Tlaxcala, Tlax., 17 de abril. Al proseguir con su gira por diversas partes del país para constatar la instalación de casas del movimiento nacional en defensa de la economía popular, Andrés Manuel López Obrador denunció que el gobierno de Felipe Calderón endeudó recientemente al país con 77 mil millones de dólares para apoyar a grandes empresas, y no para ayudar al pueblo en esta época de crisis.

Contrató la deuda para rescatar a los que le dieron dinero y lo apoyaron en el fraude electoral (de 2006), señaló. Puso como ejemplo a Cemex, que está en desgracia y debe 15 mil millones de dólares. Ahora se le va a rescatar al igual que a otras empresas y banqueros, mientras la mayoría del pueblo está sufriendo por la crisis. Todo esto es como un Fobaproa 2: endeudan al país, al pueblo, para rescatar a unos cuantos.

El dirigente, en una asamblea informativa realizada en el salón de un hotel de esta ciudad, cuestionó la actuación del gobierno federal, pues continúa la mortandad de pequeñas y medianas empresas, pese a ser los negocios que generan el 80 por ciento de los empleos en México.

Sumado a ello, dijo a los asistentes, el año pasado el gobierno utilizó 25 mil millones de dólares para comprar alimentos en el extranjero. ¿Qué pasaría si ese dinero se invirtiera para apoyar a productores y lograr la autosuficiencia alimentaria? No habría necesidad de migrar, de abandonar el pueblo, a la familia.

Retó al gobernador de Tlaxcala, el panista Héctor Ortiz Ortiz, a responder por qué no hay apoyo para adultos mayores. ¡Porque es una rata! ¡Fuera, fuera!, gritaron algunos asistentes, en su mayoría mujeres y familias campesinas.

Agregó: ¿por qué no hay apoyos para madres solteras, para discapacitados? ¿por qué en el Distrito Federal hay becas para todos los estudiantes de preparatoria y en Tlaxcala no?, y así, continuó con una serie de cuestionamientos. ¡Quiero que me conteste el gobernador qué está haciendo con el presupuesto de este estado! La gente celebró sus planteamientos.

“Es impresionante cómo sigue imperando la corrupción en el país; los panistas decían que iban a cambiar las cosas. Todos ellos hacen jugosos negocios al amparo del poder público con el presupuesto de la nación, y mucho se utiliza para mantener los privilegios de los altos funcionarios.

“PRI y PAN –aseguró– son lo mismo. A veces aparentemente se pelean, cuando son cosas menores, para simular que son distintos, pero la verdad es que esos dos partidos ya están en manos de la oligarquía. Los potentados compraron sus franquicias”.

Más tarde, en entrevista, señaló que es obvio que no puede haber votos para PRI y PAN. ¿Cómo se va a estar votando por los verdugos del pueblo? ¡Ya basta!.

Antes, cuando el ex candidato presidencial apenas se disponía a dar su discurso, una señora le pidió su ayuda porque aquí en Tlaxcala quieren tirar una escuela (llamada Manuel Lardizabal) para hacer un centro cultural.

¡Apoyo, apoyo!, comenzó a corear un grupo de maestros y alumnos de la institución que acudieron para entregarle por escrito la petición. Él respondió: “he hablado con el senador Alfonso Sánchez Anaya –presente en la asamblea– para solicitarle que intervenga. Si es necesario, que pida de manera formal una audiencia con el gobernador para evitar que se derrumbe esta escuela. ¡En vez de evitar, hay que construir escuelas!”, señaló.

Una manta con la leyenda No a la destrucción de escuelas, sí a la educación, se mantuvo bajo el templete durante todo el acto. Mientras, López Obrador señaló que se requiere tener muy consolidado el movimiento nacional en defensa de la economía popular, el petróleo y la soberanía nacional, mediante la organización de comités, para llevar a cabo la transformación que necesita el país.