Ante la crisis económica, es el momento de que el país respalde en términos sociales, políticos y presupuestales el trabajo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y que el Congreso de la Unión refrende su compromiso con la educación pública, laica y gratuita, afirmó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Álvarez Icaza.

Durante la firma de un convenio con la UNAM, el ombudsman capitalino calificó a la máxima casa de estudios como uno de los pilares de los derechos humanos en el país, pues dijo que la autonomía de los órganos de defensa de las garantías individuales no se entendería sin la autonomía universitaria.

En tanto, el rector de la UNAM, José Narro Robles, se pronunció por hacer justiciables y exigibles, desde el ámbito normativo, los derechos humanos, para que no queden sólo en el ámbito aspiracional, sino que cada persona pueda reclamarlos al Estado.

Narro Robles señaló que el campo de los derechos humanos pasó de ser una aspiración hace muchísimos años en México y el mundo a una causa por la que se puede pelear, luchar, discutir, plantear y debatir; que transitó y se consolidó como una verdadera política pública, que se ha institucionalizado debidamente y sólo ahora empieza a socializarse y ser adoptada por los ciudadanos.

La meta, agregó el rector, es “no fallarle a la sociedad mexicana y a las más de 300 mil familias que cada año confían la educación, la formación y el futuro de sus hijos, que ingresan al nivel bachillerato, de licenciatura y de posgrado.

El convenio tiene entre sus objetivos establecer las bases y mecanismos de colaboración para promover y desarrollar una cultura de los derechos humanos; difundir entre la población del Distrito Federal la cultura de la defensa de los derechos humanos, y que la comunidad universitaria participe del proceso de investigación e implementación de sistemas de intercambio de información entre ambas instituciones, con la realización de diversas actividades.