El festejo del presidente Felipe Calderón por la creación de 4 mil empleos durante marzo pasado fue calificado como una burla y un intento fallido de enviar un mensaje de confianza, consideraron actores políticos, financieros y sindicales.

El presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Pedro Núñez Rodríguez, dijo que el mensaje de Calderón no significa que la economía se reactive, mientras que los miembros de los partidos del Trabajo y Convergencia, Ricardo Monreal y Alejandro Chanona, fueron más críticos, pues el primero aseguró que el Ejecutivo federal festinó groseramente, ya que durante los meses recientes se han perdido 600 mil fuentes laborales; en tanto que el segundo consideró la actitud del panista como poco correcta, poco seria y poco prudente. Por su parte, integrantes del Frente Auténtico del Trabajo (FAT) y del Frente Sindical Mexicano (FSM) subrayaron que la celebración tiene como objetivo aparentar que la crisis está pasando.

El titular del IMEF señaló que hay ciclos en los que tuvimos caídas dramáticas del empleo, ahora tenemos algún mes en el cual se ve prácticamente un efecto neutral en la generación de empleo y aclaró: empieza a haber signos de confianza en los mercados, no de recuperación de la economía. Es necesario ver los indicadores, como el índice global de la actividad económica, para ver si de manera cíclica hay una mejora, porque hasta ahora lo que hay, dijo, son signos de confianza, no de reactivación de la economía y reiteró que el pronóstico del IMEF es una caída de 3 por ciento del producto interno bruto, con posibilidades de revisarse a la baja.

Compartimos que los mensajes vayan en buen sentido, pero no quiere decir que ya se están resolviendo los problemas. Esto va a tomar todavía un buen número de meses para que empecemos a ver realmente una recuperación, aseveró.

Por su parte, Alejandro Chanona, de Convergencia, quien fue entrevistado junto con Ricardo Monreal tras acudir a una reunión privada con Andrés Manuel López Obrador, dijo que tan malo es el catastrofismo como el querer hacer cuentas alegres con un modesto dato coyuntural.

Por último, Jorge Robles, representante del FAT, expuso que el concepto de empleo que se maneja en el gobierno es tramposo, pues se considera trabajador a quien labora una hora a la semana y a los 15 millones de personas que se desempeñan en la economía informal.

Además, dijo, esas 4 mil plazas con las que, según Calderón Hinojosa, se frenó la caída del empleo en marzo, son eventuales, bajo condiciones miserables, ya que la mayoría son de la industria de la construcción y por tanto se perderán conforme pasen los días o se terminen las obras. La situación es más crítica porque a los 500 mil empleos perdidos en lo que va del año se suman 345 mil 372 que desaparecieron en diciembre.

El autodenominado presidente del empleo –como lo destacó Calderón Hinojosa durante su campaña– no puede ocultar que hay 9 millones de desempleados en el país y que no ha mostrado capacidad para reducir esa cifra, abundó.

No es el momento para asumir actitudes triunfalistas ya que todavía no sabemos el saldo de los daños por la crisis, agregó Francisco Farina, del FSM.