América no fue capaz de ganar en casa y vaya susto que se llevó con Indios, que lo puso en serios aprietos. Todo el partido vino de atrás para empatar 3-3, gracias al trío de anotaciones de Salvador Cabañas.

Sin embargo, con el resultado el cuadro fronterizo no deja de preocuparse porque se mantiene último en la tabla del no descenso.

Las Águilas suman 17 unidades en el llamado grupo de la muerte, mientras los visitantes llegan a 13, en el primer sector, y como premio adicional el paraguayo Cabañas se ubica como máximo anotador del certamen, con 11 goles.

Una hora antes del inicio del cotejo las taquillas del estadio Azteca estaban a reventar, al igual que el estacionamiento, que debió cerrar sus puertas 30 minutos después, aunque una tercera parte de las butacas estuvieron vacías los 90 minutos, y los revendedores, como es costumbre, hicieron su agosto con la gente que no salió de viaje por el periodo vacacional.

Apenas se cumplió el primer minuto del encuentro cuando Julio Frías se hizo del esférico; entró al área defendida por Guillermo Ochoa, quien tuvo la fortuna de que el balón apenas salió desviado del poste derecho, aunque la insistencia de los de la Tribu mantuvo el peligro, y cinco minutos más tarde volvió con otro ataque que tampoco fructificó.

Tarde nublada con amenaza de lluvia luego de un intenso sol. Esta vez Juan Pablo Rodríguez fue habilitado y se dio tiempo para acomodarse y soltar de derecha un exacto disparo para dejar sin oportunidad a Ochoa y abrir el tanteador sin ningún problema al 16.

Tres minutos después el dominio de los de Ciudad Juárez seguía sólido sobre los anfitriones, cuando otra vez Frías ingresó al territorio de Ochoa, burló con facilidad a la defensa de casa y sin pensarlo demasiado firmó el segundo de la tarde para adelantar a los visitantes.

Aunque al minuto 20 el Torito Silva condujo el ataque por izquierda y avanzó cuanto pudo, decidió enviar un centro largo cerca del ángulo del área chica de Cirilo Saucedo, donde con sólido cabezazo el paraguayo Salvador Cabañas se hizo presente para acortar distancia y poner los cartones 2-1.

Las acciones se emparejaron y el juego empezó a tomar mayor dinamismo. Lo nublado de la tarde para nada se dejó sentir en el terreno, donde se disputaba un colorido encuentro que tuvo más emociones para los seguidores de los anfitriones, que a punto estuvieron de celebrar el empate cuando al 30 Édgar Castillo disparó desde fuera del área grande y sirvió para el lucimiento de Saucedo.

Un momento después, Cabañas, otra vez de cabeza, remató a la base del poste derecho, donde el pie de Tomás Campo desvió para evitar el empate (60).

De emoción fueron los minutos finales del primer tiempo. El brasileño Robert de Pinho observó adelantado al arquero Saucedo y en un toque que pudo ser magistral logró confeccionar un sombrerito que, sin embargo, apenas salió desviado.

Pável Pardo, durante el encuentro en el coloso de Santa Úrsula, en el que ningún equipo dio treguaFoto Víctor Camacho

Enseguida los fronterizos armaron otra ofensiva que terminó, otra vez, en los pies de Frías, quien estrelló en el poste derecho y su compañero Marco Vidal heló la sangre con un cabezazo que alcanzó a desviar Ochoa milagrosamente, mientras en las tribunas las porras del América iniciaban una bronca entre ellas.

La segunda mitad se inició con paso fuerte. El clima resultaba ideal para que la condición física rindiera, aunque pasaron casi 15 minutos para que se produjera la ovación, cuando en un error defensivo de Juan de la Barrera, quien falló en su intento de despejar, dejó el balón para que Cabañas, de cabeza, como sabe, diera dirección para lograr el empate y convertir en un manicomio el estadio.

El esférico se disputaba palmo a palmo, sin ceder ni un centímetro de más, porque para ese entonces cualquier descuido podía hacer la diferencia.

Y cuando las acciones parecían indicar que los equipos se conformarían con el empate, el uruguayo Juan Curbelo se vistió de gloria con un golazo, al prender de primera instancia el balón que envió por encima de Ochoa, quien estaba adelantado, para apuntar el 3-2 al minuto 67, que en ese momento los alejaba un poco del descenso.

El América estaba dispuesto a no dejarse vencer en casa, por lo que al 79 Jean Beausejour centró donde Cabañas se puso el traje de Salvador, para de derecha firmar la igualada, y aunque salió unos instantes para recuperarse de un malestar en la pierna debido al remate, regresó para observar cómo su equipo estrelló todavía un balón en el poste derecho casi al final del partido, el cual dejó satisfechos a los aficionados.

Revisarán a Cabañas

En la reunión con los medios de comunicación, el técnico Héctor Hugo Eugui anotó que para lo que necesitamos nos sirve y nos deja bien el resultado, además de agregar que está seguro de que el equipo no descenderá, porque eso es lo más importante que se ha buscado durante la temporada.

En su oportunidad, el estratega americanista, Jesús Ramírez, aceptó que el partido le salió caro por la eventual lesión de Salvador Cabañas, aunque intentó mantener la calma al comentar que más tarde el galeno del club lo revisará para conocer que tan serio puede ser el problema.

Dijo que se hizo todo lo posible para ganar y que no debe culparse a nadie, porque todos atacan y defienden, pero lo mejor es que siguen dependiendo de ellos mismos para lograr la clasificación.