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El conjunto de la UNAM mantuvo su hegemonía de 10 años sobre los de la franja

En tiempo de compensación Pumas resurgió y se impuso al Puebla

Los auriazules sumaron su sexto juego sin derrota y son terceros en la general

Palencia: Vamos paso a paso y al frente

Fue doloroso a madres: Chelís

Le faltan cuatro puntos para evitar el descenso

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Francisco Palencia festeja eufórico su anotación que selló el triunfo auriazul en el estadio de la UNAM. Lo secunda Efraín VelardeFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de abril de 2009, p. 2

Cuando se escuchó el cántico ¡Cómo no te voy a quereeeeer!, en el tiempo de compensación, Pumas resurgió y con los goles de último momento de Pablo Barrera, al minuto 92, y Juan Francisco Palencia (93) selló el triunfo 3-1 sobre un heroico Puebla que lucha por el no descenso.

Las anotaciones auriazules se sumaron a la de Martín Bravo, quien había marcado al 41, mientras por el equipo visitante Duilio Davino abrió el tanteador al siete. Así el equipo felino continuó con la racha de 10 años que superan a los de la franja, además hiló su sexto partido sin derrota.

Pumas, que ayer salió con uniforme blanco, conservó la punta del grupo dos, con 23 puntos, y se instaló en el tercer lugar de la tabla general, en tanto que los Camoteros, sublíderes del sector uno, se quedaron con 21 y siguen en la pelea por permanecer en la primera división del balompié nacional.

Ante buena entrada en el estadio Olímpico Universitario y con un sol a plomo, los anfitriones recibieron el tanto tempranero de Davino, quien remató con la cabeza para vencer a Sergio Bernal. El jugador celebró eufórico con sus compañeros, acaso porque hace un par de días debutó como papá.

El técnico José Luis Sánchez Solá sonrió y comenzó a ordenar a su equipo cerrando los espacios al cuadro auriazul, que buscaba afanosamente los desbordes de Efraín Juárez y David Toledo para conectarse con el incansable Bravo.

Ricardo Ferretti puso a calentar a toda la banca ante la falta de contundencia de sus pupilos y, cuando el reloj marcó la media hora, se detuvo el partido. Los jugadores tomaron bebidas energizantes para mitigar el calor, en el primer tiempo, y después en la parte complementaria.

La fiel porra de Pumas contrastaba con los cientos de aficionados poblanos, que se quedaron mudos cuando su arquero Jorge Villalpando cortó un servicio de Dante López, pero el esférico fue a dar a Martín Bravo, quien no desaprovechó la oportunidad para anotar el gol del empate.

En la segunda parte, los de la franja no cambiaron su esquema defensivo, lo que provocó faltas y jaloneos entre Ismael Íñiguez y Sergio Pérez, quien recibió la primera tarjeta amarilla.

Efraín Juárez, ex campeón mundial Sub-17, casi saborea la gloria al minuto 54, pero su potente disparo pegó en el travesaño y en el rebote Darío Verón la voló.

La mala suerte también rondó a los visitantes, pues hasta su goleador, ex puma, Álvaro González se jaló los cabellos sin dar crédito cuando disparó con la pierna izquierda; la pelota pegó en el palo derecho, se fue por la línea y rebotó en el poste izquierdo, sin que Bernal hiciera nada.

Una barrida del Cheroke sobre Íñiguez le costó su segunda amarilla y dejó al Puebla con 10 hombres, pero nuevamente al Bola González se le negó el gol; el Chelís lo sacó y envió a Santiago Fernández.

El Tuca también hizo cambios y dieron resultado. Ingresó a Pablo Barrera por Toledo, y a Francisco Palencia por Íñiguez, poco antes de los cinco minutos de compensación que dio Paul Delgadillo.

Al compás de Pumas gol de los aficionados, el equipo del Pedregal fue en pos del triunfo y entonces retumbó el Cómo no te voy a quereeeeer.

La comunión surtió efecto y Barrera sacó un tiro fuera del área que desvió la defensa poblana y el balón entró (2-1). Enseguida en un contragolpe Palencia marcó el tercero definitivo.

El triunfo dejó tranquilos a los de la UNAM con olor a liguilla, aunque vamos paso a paso y al frente, dijo Paco tras reconocer que Puebla estuvo bien parado y nosotros mostramos madurez para enfrentar el partido hasta el final.

Conteniendo el llanto, el timonel poblano Sánchez Solá no ocultó el amargo sabor de la derrota: fue doloroso a madres; la pelota no es caprichosa, cuando le pegas con convencimiento, entra, ésa es la mentalidad del ser humano.

El Chelís deberá trabajar más y buscar que su equipo remonte en los siguientes encuentros para conseguir los cuatro puntos que le faltan.