Bagdad, 11 de abril. Al menos nueve muertos y 32 heridos dejó hoy un atentado suicida contra guardias civiles sunitas en la sureña provincia iraquí de Babel, mientras hacían fila en un puesto del ejército de Irak para cobrar su sueldo.

El ataque ocurrió en la localidad de Iskandariya, 40 kilómetros al sur de Bagdad, que alguna vez fue parte de una zona conocida como triángulo de la muerte, donde grupos de extremistas islámicos sunitas asaltaban frecuentemente a musulmanes chiítas.

El suicida activó su cinturón de explosivos en el cuartel general de los sahwas, ex insurgentes que ahora combaten a Al Qaeda, declaró el teniente Haidar Lami.

Según una fuente del Ministerio de Interior, el suicida vestía un uniforme de los servicios iraquíes de seguridad, lo que facilitó su ingreso al cuartel general.

El ataque ocurrió mientras los hombres esperaban recibir un dinero que les debían las autoridades de Iskandariya. Las demoras en el pago a los sahwas han contribuido a las tensiones entre ellos y el gobierno de Irak.

Los hombres del Sahwa se preparaban para entrar al puesto del ejército para recibir sus salarios cuando un atacante suicida logró inmolarse entre ellos, dijo el coronel Ali Zahawi, jefe de la policía de Iskandariya.

Considerados traidores por ex compañeros insurrectos o miembros de Al Qaeda, los sahwas son víctimas de atentados, ataques y asesinatos desde hace meses.

Este hecho se produce un día después de la muerte de cinco soldados estadunidenses en otro ataque suicida con un camión bomba en Mosul, último bastión urbano de la red Al Qaeda en Irak.

Este incidente fue el más mortífero contra las fuerzas de ocupación en el último año.

Por otro lado, en el convulso Pakistán al menos ocho personas fueron asesinadas a tiros en diferentes actos de violencia en la provincia de Baluchistán, entre protestas durante esta semana por la muerte de tres influyentes líderes políticos locales.

Baluchistán, una zona fronteriza con Irán y Afganistán, es escenario frecuente de episodios de violencia sectaria, sobre todo desde 2004, cuando empezaron a florecer las demandas de mayor autonomía y de mejor reparto de los ingresos por los recursos naturales que tiene la región.

A todo esto, la policía británica prolongó por siete días la detención provisional de los 11 individuos arrestados el miércoles pasado por presunta relación con un complot terrorista, anunció una fuente policial de Manchester.

La unidad antiterrorista del noroeste recibió ayer (viernes) un mandato para prolongar la detención de los 11 hombres, indicó la fuente no identificada por Afp.

Once de los detenidos tienen entre 22 y 41 años. Un duodécimo, de 18 años, fue entregado a la policía fronteriza, indicó la fuente sin dar mayores precisiones.

Doce hombres, 11 de ellos paquistaníes, fueron detenidos en una importante operación policial en Manchester, Liverpool y en la región del noroeste británico.