Reporta el GDF asistencia promedio de 4 mil personas en cada una de las instalaciones
En Iztacalco y San Juan de Aragón se suspendió el ingreso de paseantes por el sobrecupo
Domingo 12 de abril de 2009, p. 23
Lejos del luto por la crucifixión, los capitalinos aprovecharon el Sábado de Gloria para echarse un chapuzón en las ocho playas artificiales que instaló el Gobierno del Distrito Federal, las cuales se vieron completamente abarrotadas; en dos de ellas, incluso, se suspendió el ingreso de visitantes, pues resultaron insuficientes para albergar a los paseantes, reportaron las autoridades.
Minutos antes del ingreso, los bañistas, quienes para evitar perder tiempo en los vestidores, llegaron preparados con los trajes de baño bajo la ropa, salvavidas en mano, lentes de sol y viseras, hacían una enorme fila en la playa acondicionada en lo que fue el balneario Olímpico en el oriente de la ciudad, en terrenos de la delegación Iztacalco.
Provenientes de distintos puntos de la capital, y municipios del estado de México, en pocas horas abarrotaron el lugar. A las 12:30 las albercas eran insuficientes, personal del gobierno de la ciudad y de la delegación Iztacalco realizaron un dispositivo de seguridad, pues en la playa ya estaban más de 4 mil personas y la fila aún era larga, por lo que se decidió suspender el ingreso.
Los paseantes se molestaron por la medida porque habían pasado más de una hora formados para entrar; ante ello el personal de la Dirección de Protección Civil solicitó apoyo de camiones de la Red de Transporte de Pasajeros para trasladar a 720 visitantes a la playa de la Alameda de Oriente, ubicada en la delegación Venustiano Carranza, con el compromiso de que al término de su estancia serían regresados de la misma forma.
Situación similar se presentó en la playa instalada en el Bosque de San Juan de Aragón, de la delegación Gustavo A. Madero, en el norte de la capital. En la alberca, de mil 200 metros cuadrados, los espacios se redujeron de tal forma que sólo se permitía refrescar el cuerpo, y para recorrerla se tenía que caminar, pues nadar era imposible.
La presencia de 3 mil 600 personas originó que cerca de las 14:30 horas se suspendiera también el ingreso, informaron autoridades de Protección Civil; incluso, media hora antes del cierre de la playa se pidió a los visitantes que desalojaran la alberca.
En las seis playas restantes, de acuerdo con informes del Gobierno del Distrito Federal, la afluencia fue de 2 a 4 mil personas, en todos los casos se rebasó la capacidad. Pese a que los periodos de estancia en las albercas eran de una hora, en promedio, las 36 piscinas y chapoteaderos resultaron insuficientes, y se espera que este año aumente el número de visitantes y se supere la del año anterior, que fue de 780 mil personas.