Violan la autonomía municipal permisos de Semarnat y Profepa
Detectan irregularidades en la autorización a una empresa española
Sábado 11 de abril de 2009, p. 8
El concejo municipal de Zimapán, en el estado de Hidalgo, retiró a la empresa española Befesa la licencia para el depósito de residuos tóxicos en el confinamiento construido en 60 hectáreas de esa localidad, debido a las irregularidades cometidas en el otorgamiento del permiso por el anterior presidente municipal, el priísta Eusebio Aguilar Francisco.
Irma Labra Moreno, integrante del concejo, informó que a pesar de que la población, organizada en el movimiento Todos Somos Zimapán, se opone al funcionamiento de este basurero de sustancias peligrosas, la empresa comenzó el lunes pasado a introducir los primeros camiones con dicho material.
Nos tomó por sorpresa
la acción, dijo. De inmediato se organizaron e intentaron impedirlo, pero agentes de la Policía Federal Preventiva que los escoltaban cortaron cartucho y amedrentaron incluso a mujeres para que dejaran pasar los vehículos. No obstante, el martes interceptamos un camión que se metió a la vía urbana, protegido con policías federales, y logramos que se regresara por donde vino
.
Gerardo Villeda Villeda, abogado de la autoridad municipal, explicó que la licencia de funcionamiento le fue retirada a Befesa debido a que en su otorgamiento se violaron tres disposiciones: primero, la extensión de facultades, que tienen que otorgar todos los integrantes del cabildo, y sólo la dio el entonces alcalde, el priísta Eusebio Aguilar.
También se violentó el principio de temporalidad, pues cuando un permiso o contrato excede el tiempo del cabildo, éste tiene que ser autorizado por al menos las dos terceras partes de la asamblea del concejo y éste lo decidió el alcalde por 25 años. Eusebio Aguilar gobernó por tres años, que finalizaron el 15 de enero de 2009, mientras que los permisos se extendieron ilegalmente hasta 2033.
Finalmente, no se respetó la disposición en materia económica, ya que la ley dice que los permisos y derechos se deben cobrar de acuerdo a la Ley de Ingresos, que se discute y aprueba cada año por los diputados locales. En cambio, el ex alcalde cobró el equivalente a 300 salarios mínimos por cada uno de los 25 años de permiso, como se comprueba en los cuatro recibos, cada uno por 90 mil pesos, que se lograron rescatar del Congreso local, ya que el ex funcionario no entregó documentos a las nuevas autoridades que entraron en funciones el pasado 16 de enero.
El abogado dijo que la asamblea y el concejo municipales acordaron notificar a la empresa el acuerdo de suspensión de actividades e instruir al presidente del concejo, Rubén Covarrubias Reynoso, para que dé aviso a la empresa y ésta haga valer su derecho constitucional de audiencia.
Interrogado sobre los permisos federales otorgados a Befesa por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Gerardo Villeda explicó que las dependencias están supeditadas a la autorización primordial, que es la que otorga el municipio, de acuerdo a la autonomía que le otorga el artículo 115 constitucional.
Aún está pendiente, dijo, revisar el permiso de construcción, que tiene irregularidades parecidas, entre ellas que únicamente fue autorizada por el entonces director de Obras Públicas, Juan Morán Chávez, quien tras concluir el trienio se fue como candidato del PRI a la presidencia municipal.
Morán Chávez perdió los comicios de noviembre pasado frente al candidato del PRD, José María Lozano, pero las instancias electorales anularon el triunfo de éste, con el argumento de que la Iglesia católica había llamado a los feligreses a votar por él.
Entonces el Congreso local nombró alcalde interino a Rubén Covarrubias Reynoso, síndico a Alma Ramos y a cinco vocales, incluida Labra Moreno, quienes este viernes acordaron retirar el permiso de funcionamiento a Befesa.
El ayuntamiento tiene guardias en las principales entradas de la localidad mientras que el movimiento Todos Somos Zimapán está a la expectativa para evitar que los vuelvan a sorprender y quieran ingresar más camiones con desechos tóxicos.