A pesar de que hay ya un proyecto de dictamen en torno a la Ley de Ayuda Alimentaria para los Trabajadores, es poco probable que se discuta en este periodo, al que le restan sólo siete sesiones. Sin embargo, la autora de la iniciativa, la senadora del PRI María de los Ángeles Moreno Uriegas, informó que insistirá a fin de lograr el consenso en torno a la propuesta.

La nueva legislación obliga a los patrones a proporcionar servicios de alimentación a su personal, a través de comedores establecidos en las propias empresas o vía vales de despensa o de consumo en restaurantes. A cambio, los empleadores recibirán exenciones fiscales.

La iniciativa fue presentada por Moreno Uriegas en noviembre de 2007 en el Senado y de inicio fue rechazada por la Secretaría de Hacienda, bajo el argumento de que es muy cara tanto para el gobierno federal como para los patrones. Luego de casi año y medio de cabildeos, se logró un proyecto de dictamen, afinado con las observaciones de la dependencia que encabeza Agustín Carstens y de otras instancias, detalló la legisladora priísta.

Explicó que las empresas que otorguen el servicio de alimentación a sus trabajadores tendrá derecho a descontar el impuesto sobre la renta (ISR) correspondiente hasta un salario mínimo general vigente, lo que, de acuerdo con estimaciones del Centro de Estudios de Finanzas de la Cámara de Diputados, representa un monto máximo de 8 mil millones de pesos al año.

Sin embargo, el sacrificio fiscal de la Secretaría de Hacienda será menor frente a los 60 mil millones de pesos que en la actualidad destina el gobierno federal, para atender, subrayó, enfermedades como desnutrición, obesidad y diabetes. Por ello creo que existe una clara ventaja para asumir este tipo de políticas, toda vez que significa contar con una fuerza laboral más sana y menos gastos para las instituciones públicas de salud y de seguridad social.

La ex dirigente nacional del PRI dijo que, además, la disminución de ingresos por concepto de menor recaudación del ISR será paulatina, es decir, con un impacto mayor en la medida que aumente el número de trabajadores beneficiados.

Al mismo tiempo y poco a poco la Secretaría de Hacienda recibirá mayores ingresos, porque se crearán nuevos establecimientos para dar el servicio de comida a los trabajadores.

Los patrones, insistió, podrán instalar comedores en sus fábricas, empresas e industrias, o bien, apoyar a sus trabajadores otorgándoles vales para que acudan a establecimientos pequeños y paguen con ellos el consumo de alimentos. También estos vales servirán para adquirir alimentos estimados en la canasta básica, agregó.

La senadora Moreno comentó que al proyecto de dictamen de Ley de Ayuda Alimentaria para los Trabajadores le estamos haciendo ajustes técnicos, pero ya está en manos de la Comisión de Hacienda del Senado.