La Secretaría de Salud (Ssa) trabajará a marchas forzadas para que el reglamento de la ley antitabaco se publique este año. El proceso para su aprobación no puede ser obstáculo para preservar la salud de los mexicanos, dijo el titular de la dependencia, José Ángel Córdova Villalobos.

Al referirse al dictamen total –no definitivo– emitido hace unos días por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) sobre el anteproyecto de reglamento propuesto por la Ssa, el funcionario planteó que debe haber flexibilidad en la interpretación del documento, sin que ello impida el cumplimiento cabal de la ley, sobre todo en lo relativo a garantizar los espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco.

En entrevista al término de la conmemoración del Día Mundial de la Salud, el funcionario se pronunció por garantizar el respeto al derecho a la salud de los trabajadores y de plano rechazó la posibilidad de que voluntariamente acepten laborar en las áreas que serán exclusivamente para fumar, sabiendo el riesgo que ello implica para el desarrollo de enfermedades graves.

La Cofemer planteó esta posibilidad como una alternativa a la prohibición a bares y restaurantes de ofrecer algún servicio en áreas exclusivamente para fumar, como plantean la ley y el anteproyecto de reglamento.

Lo primero es la protección de la salud de los servidores. En ese caso no se vale... no se puede trabajar así, subrayó Córdova, quien también mencionó que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y un grupo de expertos ya trabajan en la respuesta que entregarán a la Cofemer, lo que –dijo– ocurrirá lo más pronto posible, y confió en que este mismo año se publique el reglamento de la ley que entró en vigor el 28 de agosto de 2008.

Otras recomendaciones hechas por la Cofemer a la Ssa tienen que ver con los trámites administrativos, entre otros el periodo de vigencia de las licencias sanitarias para los productos del tabaco. La Cofepris estableció en el anteproyecto un tiempo de tres años, y aunque explicó que obedece al dinamismo del sector, a la obligación de la autoridad de vigilar el cumplimiento de la normatividad y al hecho de que para este sector no está prevista la verificación de buenas prácticas de manufactura, la Cofemer consideró insuficiente la justificación.

En cuanto a la prohibición de que personas menores de 25 años de edad participen en mensajes publicitarios de productos del tabaco, la Cofemer solicitó a la Ssa nuevos argumentos para dicha restricción, toda vez que los anuncios están dirigidos a personas mayores de edad, las que, de acuerdo con la Constitución, son los mayores de 18 años.

La Ssa planteó en una primera respuesta al organismo dependiente de la Secretaría de Economía que el objetivo de la ley y su reglamento es desincentivar el consumo de tabaco en los menores de edad, quienes pueden verse reflejados o identificarse con las actitudes que proyectan las personas utilizadas en la publicidad, las cuales en muchas ocasiones aparentan una edad menor de 25 años.