Una versión optimista y contemporánea sobre los claroscuros humanos es lo que propone la puesta en escena de El flautista de Hamelin que la compañía Teatralnaya estrena hoy en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, con la participación estelar del músico mexicano Horacio Franco.

Con esta obra, adaptación de la dramaturga estadunidense Josephine Preston Peabody a la fábula documentada por los hermanos Grimm, el director escénico Mauricio Osorio busca refrendar una convicción: El teatro no sólo debe contar historias, sino debe decir y dejar algo a las personas.

Al referirse a un submundo en el que gran parte de los males humanos se ven acentuados, el director hace una aguda crítica a la avaricia, la lucha por el poder, la docilidad frente a la autoridad, la opresión contra el débil y el desprecio hacia los desposeídos.

Los aspectos anteriores, según Osorio, son los que determinan la actual dinámica social, en la que, agrega, la humanidad y lo humano son conceptos que están profundamente separados.

“En esta época tan complicada, en la que si bien tenemos importantes avances tecnológicos –como la Internet– nos comunicamos menos, es importante resaltar la necesidad de mirar por los demás, dejar a un lado el clasismo, el racismo y demás discriminaciones que afectan a todos. Y el montaje pone énfasis en eso.”

Escenografía minimalista

A diferencia de la versión original del cuento, El flautista de Hamelin comienza cuando los habitantes de esa ciudad alemana festejan luego de que el flautista los libró de la plaga de ratas que los aquejaba y los mantenía sumidos en la hambruna.

Sin embargo, los burgueses del pueblo olvidan pronto el servicio prestado por el músico y, cuando éste aparece, se niegan a pagarle lo prometido, ante lo cual, en son de venganza, encanta a los niños con el sonido de su flauta y se los lleva de la comunidad.

La propuesta que la compañía Teatralnaya hace de esta pieza teatral tiene como eje el trabajo actoral, con el propósito, según el director escénico, de lograr una pronta y más estrecha comunicación con el público. Así, tanto el vestuario como la escenografía son de corte minimalista.

Si bien el flautista Horacio Franco está presente durante tres cuartas parte de la obra, su participación se concentra en el aspecto estrictamente musical, en la que encarna la parte oscura y malévola del flautista de Hamelin, “una especie de alter ego o alma” del personaje amable y bonachón que es interpretado por Víctor Kruper.

Funciones del 9 al 12 de abril

Las funciones de El flautista de Hamelin serán del 9 al 12 de abril en el recinto de Donceles 36, Centro Histórico, jueves y viernes a las 20:30 horas; sábado a las 13 y 20 horas y domingo a las 18 horas.

El costo de las localidades oscila entre 100 y 350 pesos; sin embargo, la coordinadora del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal anunció que 20 por ciento del aforo sería reservado para ofrecer la entrada gratuita a personas de escasos recursos.