La Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) emitió un nuevo dictamen sobre el anteproyecto de reglamento de la ley antitabaco, en el que recomienda a la Secretaría de Salud (Ssa) quitar la prohibición de que en las áreas destinadas exclusivamente para fumar se puedan ofrecer alimentos y bebidas. De lo contrario, dice, se correría el riesgo de llegar a un extremo en que se pudiera sancionar a las personas que decidieran leer o conversar en dichos espacios.

Respecto de los empleados de bares y restaurantes, sugiere que éstos firmen un documento en el que voluntariamente aceptan el riesgo de laborar en lugares donde las personas fuman. Para la Fundación Interamericana del Corazón (FIC), organización promotora de la ley, con este dictamen –todavía no definitivo–, la Cofemer se pone del lado de las industrias tabacalera y restaurantera, y pone en riesgo el cumplimiento del Convenio Marco Contra el Tabaco.

Señaló que la Ssa deberá dar respuesta contundente para evitar retrocesos en la lucha por la erradicación del tabaquismo en el país. No obstante, también reconoce que al paso que vamos es muy probable que el reglamento se publique hasta el año próximo. El problema es que mientras éste no exista también la ley se debilita, señaló Sonia Meza, coordinadora para iniciativas del control del tabaco de la FIC.

La especialista explicó que en su siguiente comunicación con la Cofemer, la Ssa también deberá dar respuesta a los 160 comentarios al anteproyecto de reglamento, y esperar el dictamen final de la comisión, el cual es el último paso antes de que el documento pase al área jurídica de la Presidencia de la República, de donde saldrá el proyecto definitivo.

En su dictamen, enviado el pasado 2 de abril a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, la Cofemer reconoce que las disposiciones del anteproyecto tienen una clara finalidad de prevenir y reducir los riesgos a la salud asociados al consumo de los productos del tabaco y a la exposición al humo de éste, por lo que coincide con las metas planteadas en la Ley General para el Control del Tabaco y el anteproyecto de reglamento; sin embargo, hace falta establecer las medidas que demuestren ser más eficaces para esos fines y que lo consigan al menor costo posible, en beneficio de la sociedad en su conjunto.

Más riesgos en espacios privados

De entrada, la Cofemer pone en duda las medidas que buscan prohibir que se fume en espacios públicos cerrados, porque los riesgos pueden ser mayores en espacios privados, como los hogares, y agrega que los espacios públicos son sólo una porción del universo de lugares donde se da la exposición al humo del tabaco. Con base en esto, el organismo dependiente de la Secretaría de Economía señala que los beneficios reportados por la Ssa de tal prohibición están sobrevalorados, al plantear que con las acciones del anteproyecto se puede dar una disminución hasta por el total del gasto en salud asociado a la atención de enfermedades relacionadas con el tabaquismo.

Sobre las características de las áreas exclusivamente para fumar, la Cofemer insiste en que el anteproyecto limita la libertad de los particulares de decidir el tamaño de estas zonas, además de que al exigirles sistemas de ventilación y mecanismos de puertas automáticas, se les estaría obligando a incurrir en elevadas erogaciones.

Al retomar datos aportados por la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados, la Cofemer indica que sólo 2 por ciento de los establecimientos podrían cumplir con la restricción en el tamaño de las áreas exclusivamente para fumar, aunque hay algunos otros empresarios que solicitaron poder destinar un área hasta de 50 por ciento de los establecimientos como zonas para fumadores y la comisión sugiere a la Ssa valorar la conveniencia de tomar en cuenta este punto.