Alrededor de 30 vecinos de la colonia Cuchilla Ramos Millán increparon ayer al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, por la falta de agua desde hace dos meses.

Queremos agua, no albercas, espetó una señora. No hay que gritar, le pidió el mandatario capitalino, quien fue interceptado por un grupo de habitantes al término de la inauguración del Centro de Atención Primaria para Adicciones La Fortaleza, en la delegación Iztacalco.

Enrique Delgado, vecino de la zona, le dijo: no hay agua ni para lavarnos la boca.

Entre reclamos, Ebrard Casaubon recordó que la Conagua suspenderá 100 por ciento el suministro del líquido al DF por más de cinco días y les ofreció que se enviarán pipas.

Los habitantes dudaron del ofrecimiento, ya que, comentaron, la víspera habían llegado dos pipas, pero no para apoyarlos. Fueron para la playa que está cerca.

Martín Maya explicó que cuando les envían pipas, los encargados dejan las mangueras un minuto en los tanques. No se alcanzan a llenar, explicaron.

Al paso de los reporteros, la familia López Núñez permitió la entrada de los fotógrafos para mostrar que de la llave no caía ni una gota de agua y la gran cantidad de cubetas vacías, en espera de que pasaran las pipas.

En medio de empujones entre reporteros y personal de seguridad, Ebrard Casaubon dijo: tenemos 50 pipas para atender a la población. Desde la otra vez que se cortó el servicio, tenemos varias zonas en las que no hemos podido restablecer 100 por ciento el servicio.