Zacatecas, Zac., 6 de abril. El violinista francés Jean Luc Ponti, uno de los mejores jazzistas de la actualidad en el mundo, ofreció un concierto ante unas 8 mil personas reunidas en la plaza de armas de esta ciudad, en el 23 Festival Cultural Zacatecas 2009. El público hizo girar sus pañuelos blancos en varios momentos para celebrar el virtuosismo del artista y del grupo que lo acompaña. Ponti ha tocado su violín con artistas como Frank Zappa.

Nacido en Avranches, en 1942, en conferencia de prensa anterior a su concierto reconoció que sus influencias son Miles David y John Coltrane. Al salir al escenario el sonido por momentos parecía el de un sintetizador. Las improvisaciones, los solos, provocaron aplausos de pie y gritos. Hay un público seguidor del jazz en la ciudad de la Bufa.

Ha colaborado en diversos proyectos, desde los realizados por Elton John hasta Bela Fleck. Su violectra, violín eléctrico modificado, lo hace ver en el escenario como músico poderoso, pero la noche del domingo demostró que sabe trabajar con su ensamble. El músico zacatecano Vicente Rodríguez, también violinista, durante la tocada resaltó su emoción de ver a Ponti, quien en 2005 fue parte de Trio!, con Stanley Clarke y Béla Fleck, considerado supergrupazo.

Varios del público llevaban, para presumir, y qué bueno, su disco The Atacama Experience, uno de los más famosos de Ponti. Al frente, damas jóvenes alzaban pancartas con frases de saludo al francés, quien unas tres veces durante el concierto hizo pausas para afinar su violín. Perdón, es la altura, comentó. Eso sólo generó más aplausos. Unos alumnos de música, de guitarra y batería, veían hipnotizados lo que se generaba en el escenario.

El jazzista francés durante su actuación

Emocionado por la variedad del programa

Fue la segunda presentación de Ponti en México; la primera fue en 1995 . En rueda de prensa dijo que no conoce a ningún jazzista mexicano. No conozco tampoco al público zacatecano, pero estoy muy emocionado por la variedad de la programación del festival; un día antes fue a echar un vistazo durante el concierto de Arjona.

Añadió que casi no escucha discos porque no tiene tiempo. Me hacen llegar alteros de discos. Lo que sí sigo haciendo son colaboraciones con Clarke y Bela Fleck, de vez en cuando.

Dijo que ha vivido en carne propia reacciones del público, como la ocurrida después del concierto de Chris Botti la semana pasada en el Teatro de la Ciudad, donde la concurrencia se amontonó con desesperación parta conseguir un autógrafo del trompetista.

La música de Botti no es de jazz puro ni tradicional, tampoco intelectual. No quiere hacer una música para un tipo de gente. Su público es muy variado.

Añadió que al principio él perteneció a distintas clases de jazz “y a veces nuestra música es moderna y nueva. He procurado hacer otras cosas; por eso he hecho rock, con Frank Zappa, por ejemplo. Para mí no hay mala música, sino buenos o malos músicos.

Hay gente que tiene cosas profundas que decir en distintos estilos de jazz o con otras músicas. No soy heredero del jazz francés. Yo marqué una ruptura con la tradición del jazz francés, con la tradición gitana. No hay realmente un jazz francés, sino una acústica y lo gitano. Yo escuchaba a Coltrane, por ejemplo, que no tiene nada que ver con la tradición francesa del jazz.