La del 23 de mayo será una contienda por demás cargada de energía, cuando Jhonny González busque despojar del cetro supergallo del Consejo Mundial de Boxeo al japonés Toshiaki Nishioka, púgiles ambos que llegarán al compromiso con tres meses de preparación por las posposiciones que sufrió la cita.

A la espera de que en esta semana determinen si la pelea será en Cancún o Ciudad Juárez, el ex monarca mundial intensificó su preparación con la mente puesta en que el nipón, cuando lo tocan, deja a avanzar hasta que se repone, y es en ese momento cuando puedo aprovechar para tratar de vencerlo.

Al término de su entrenamiento en el gimnasio al aire libre Luiggi, ubicado por el rumbo de Aragón, González explicó que, por ahora, su única guía es estudiar a su rival en video, cuando Nishioka derrotó al también mexicano Genaro Poblanito García, a principios de año, en Yokohama, de donde ha observado que el zurdo tiene un recto de izquierda potente y un par de combinaciones peligrosas, pero que pueden contrarrestarse.

De acuerdo con sus números en los casi 10 años como profesional de los cuadriláteros, 73 por ciento de sus 40 combates los ha ganado antes del límite pactado, poderío que lejos de esconder, exalta, al apuntar que indudablemente su récord no espantará al rival, quien también tiene lo suyo, pero siempre existe la posibilidad de sorprender con alguna combinación, un jab y su gancho al hígado que tan buenos dividendos le ha redituado.

Luego de recordar que el sábado vio a su compañero de gimnasio, un Édgar Sosa sobrado contra el tailandés Pornsawan Porpramook (ante quien defendió su cetro en Ciudad Victoria, Tamaulipas), comentó que sus promotores definirán antes de terminar la semana la plaza donde se efectuará el combate, aunque en lo personal a mí me gustaría que fuera en Cancún, porque si bien es cierto que me conocen bien en Ciudad Juárez, también es que el Caribe mexicano es un centro turístico donde acude gente de todo el mundo y podría servirme, además de coronarme, para que se difunda mi imagen.

Aunque por ahora sólo piensa en cómo vencer al monarca asiático, González se mostró seguro de que en unos días su mánager volverá a tener dos campeones mundiales y, en el mediano plazo, podría sentirse orgulloso de entrar a la elite de los nacionales que han ganado cuatro títulos mundiales en diferentes divisiones, objetivo primordial del púgil capitalino.