Domingo 5 de abril de 2009, p. 27
Con varios niños enfermos de hepatitis y el malestar de los padres de familia de la escuela primaria Ignacio Manuel Altamirano, de la colonia Reforma Política en Iztapalapa, comenzó la labor de médicos de la Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal para atender el brote, aunque existía molestia porque esto surgió en las primeras semanas del mes pasado
, indicaron los progenitores.
Se realizaron brigadas de salud, aunque pocos vecinos manifestaron haber visto, la única atención se da mediante los médicos que atienden en la escuela a los pequeños.
Los menores enfermos fueron canalizados, en primera instancia, al Centro de Salud Buenavista, los que llegaron fue porque ya presentaban síntomas, como altas temperaturas y dolor de estómago
, señalaron los padres de familia.
Fuera de la escuela, indicaron los progenitores, se instalaron módulos de atención, además de que fueron asesorados sobre medidas de higiene para evitar contagios, pues hubo familias que de seis integrantes, cuatro se reportaron enfermos.
Durante esta contingencia los padres de familia también tuvieron que enfrentar abusos de algunos laboratorios médicos que se presentaron y según a bajos costos, ofrecían estudios a los niños
. El costo por diagnosticar si se habían contagiado era de 170 pesos.
Algunos padres pagaron los estudios de los laboratorios particulares por la desesperación que generó el rumor de una posible epidemia de hepatitis A, sin embargo, al buscar atención médica especializada recurrían a los centros hospitalarios del gobierno de la capital.