Infiltró agentes en el movimiento estudiantil, afirman magistrados
Papel activode la extinta DFS en el genocidio de Tlatelolco, en 1968
Jueves 2 de abril de 2009, p. 14
La extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS) tuvo un papel activo y fundamental
en el genocidio del 2 de octubre de 1968, en Tlateloco. El organismo de la Secretaría de Gobernación infiltró algunos miembros en el movimiento estudiantil
para saber las actividades y estrategias de los líderes del Consejo Nacional de Huelga (CNH).
La infiltración de agentes de la DFS fue parte de la planeación, desde el gobierno federal, para reprimir al movimiento estudiantil, que culminó en la Plaza de las Tres Culturas con una agresión, con armas de fuego, contra ese movimiento; esto representó un acto del tipo penal de genocidio
, resolvieron cuatro magistrados, tres colegiados y uno unitario, en su fallo de libertad en favor del ex presidente Luis Echeverríaz.
Las resoluciones del quinto tribunal colegiado –el pasado jueves– y del Segundo Tribunal Unitario –emitida el lunes– determinan: “Por cuanto hace a la forma de llevarse a cabo la privación de la vida de un grupo significativo de personas, que se calculan entre 150 y 300, la DFS infiltró algunos de sus miembros en el movimiento estudiantil, como en el caso de Sócrates Campus Lemus y Ayax Segura Garrido, quien se hizo pasar ante el Consejo Nacional de Huelga como representante de la Normal Oral, sin siquiera ser alumno.
Ayax, al salir de la cárcel, campantemente volvió a ocupar su puesto de agente de la DFS. En tanto que Sócrates tuvo diversos puestos en el servicio público (su último cargo fue de asesor en materia de comunicación del ex procurador General de la República, Rafael Macedo de la Concha)
, puntualizaron los tribunales.
Precisaron que fue por Campus Lemus y Ayax que en el gobierno federal se enteraron de nombres de las personas que formaban el Consejo Nacional de Huelga, al que se sumaron estudiantes y maestros de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Instituto Politécnico Nacional, y sus respectivas preparatorias y vocaciones, así como la Universidad de Chapingo, la Escuela Nacional Oral y otras instituciones
, puntualizan las resoluciones de ambos tribunales, que tienen la misma redacción.
Agregaron: Los nombres de estos dos infiltrados estaban registrados previamente por la misma Secretaría de Gobernación, y se les proporcionó a tales elementos parapoliciacos pancartas con las fotografías de los principales dirigentes del movimiento
.
Sobre lo acontecido la tarde del 2 de octubre los dos tribunales federales indicaron: “Alrededor de las 17 horas se inicia el mitin en la Plaza de las Tres Culturas, en medio de un fuerte despliegue policiaco y militar. A una señal de bengalas arrojadas desde un helicóptero, francotiradores disparan sobre la multitud reunida y sobre las tropas que avanzan. Los integrantes del CNH son detenidos por elementos vestidos de civil, que se identifican como Batallón Olimpia.
“El gobierno federal preparó la acción en que participarían elementos del Ejército (se alude a un grupo de 5 mil a 10 mil); miembros del Batallón Olimpia y las policías federal y local. Las funciones de cada grupo estaban determinadas: elementos del Ejército formarían tres cercos, ayudados por tanquetas, camiones de asalto y elementos de infantería, armados, que se apostarían alrededor del edificio Chihuahua, de la Unidad Tlatelolco, y de toda la unidad, para impedir que personas que pudieran escapar de los primeros dos cerco, fueran retenidos por el tercero.
“A la orden de la señal de la bengala que soltara uno de los dos helicópteros que sobrevolaban la plaza, los vehículos y personal del Ejército se cerrarían hasta formar estos tres cercos para impedir la salida de personas.
“Elementos del Batallón Olimpia y de la DFS tenían la orden de vestirse de civil para no ser identificados por los manifestantes, pero con la consigna de portar un guante blanco en la mano izquierda para reconocerse entre sí, e infiltrarse entre la multitud asistente al evento, y tomar el edificio Chihuahua, y apostarse tanto en la azotea como en el tercer piso en donde se colocó el pódium de oradores y dirigentes del movimiento estudiantil, las escaleras, corredores, accesos del edificio y el departamento 209, que estaba deshabitado, con la consigna de detener a los dirigentes, de quienes llevaban fotos.
Fue así que el helicóptero soltó una bengala verde, en señal de alerta; a la segunda bengala, un sujeto no identificado, vestido de oscuro y con la mano izquierda cubierta con una tela o guante blanco, disparó a la multitud establecida en la plaza
, destacaron los jueces.