Sin pruebas de por medio, diputados locales y dirigentes de la corriente perredista Nueva Izquierda (NI) acusaron ayer al mandatario capitalino, Marcelo Ebrard, de estar detrás de las personas que el miércoles pasado agredieron a un grupo de sus simpatizantes, e incluso llevaron este conflicto al pleno de la Asamblea Legislativa (ALDF), donde conjuntamente con el PAN, aprobaron un punto de acuerdo para exigir al jefe de Gobierno que respete y garantice el ejercicio de la libre manifestaciones de ideas.

Este jueves, antes de las 11 horas, alrededor de un centenar de personas desplegaron 20 mantas en las que se caricaturiza a Ebrard y Bejarano. Al preguntarle a una de las señoras que sostenía una de éstas si le pagaban por esa tarea, respondió que sí, y sin entrar en detalles comentó que le dan 150 pesos por cuatro horas, tiempo en que se ubican en los cruceros de importantes avenidas.

Por la mañana, unas 300 personas de Iztapalapa y Tláhuac, encabezadas por Víctor Hugo Círigo y Silvia Oliva, protestaron frente al edificio del Gobierno del DF, y acusaron al Ejecutivo local de reditar las prácticas salinistas del acoso y la persecución de sus adversarios y el ni los veo ni los oigo.

Agustín Guerrero, líder de Izquierda Unida, dijo que la derrota que sufrió NI los exhibe como un grupo antidemocrático, intolerante y de golpeadores.