A más de tres lustros del último Censo Agrícola, Ganadero y Forestal, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó en la Cámara de Diputados el resultado del octavo ejercicio de revisión y análisis de las actividades en el campo mexicano, en el cual se manifiesta la profunda crisis que atraviesa el sector.

Eduardo Sojo, presidente del instituto, expuso en San Lázaro que el envejecimiento de los agricultores y productores implica un riesgo permanente a la producción agrícola, pues sólo 7 por ciento de los campesinos tienen entre 15 y 30 años de edad, mientras 91 por ciento se ubican entre 39 y 70 años. El 54 por ciento tienen más de 50 años.

Además, en 1991, fecha del último censo, la superficie de unidades de producción agrícola alcanzó 24.6 por ciento de las hectáreas productivas, y en contraste esa cifra cayó a 19.4 por ciento del total en 2007.

Además, de los 3 millones 200 mil unidades de producción que se distribuyen en el país, 77 por ciento sufren problemas de escasez de crédito, alto costo de insumos, pérdida de fertilidad, problemas en la comercialización y escasa capacitación.

De la información presentada destaca la que refiere a las características de las unidades de producción. El 84 por ciento de los responsables de las unidades son hombres, y 16 por ciento mujeres. Además, 26.8 por ciento de los 4 millones 100 mil productores registrados que acreditaron ser propietarios de terrenos productivos, es decir un millón 100 mil, hablan alguna lengua indígena.

Sobre el nivel de escolaridad, de los 4 millones 100 mil campesinos, 27 por ciento no asistieron a la escuela y sólo 8.3 por ciento tienen un grado superior a secundaria.

Más cifras

El total de hogares censados fue de 6 millones 400 mil. Esas unidades se encuentran distribuidas en 112 millones 700 mil hectáreas. De esa superficie, 70 millones de hectáreas son privadas; 37 millones, ejidales; 3.8 millones, comunales; 1.4 millones, de colonia, y 0.5 millones, públicas.

También, del total de hectáreas cultivables, 75.2 millones de hectáreas, es decir 66.6 por ciento del total, son de pastos naturales, agostadero o están enmontadas; 31.5 millones son superficie de labor; 3.9 millones de bosque o selva en explotación, y 2.1 millones son superficies sin vegetación.

Los principales cultivos en el ciclo primavera-verano 2007 fueron maíz, frijol y sorgo, que en conjunto sumaron una cosecha de 9 millones 90 mil hectáreas, lo cual representó 77.9 por ciento de la superficie recolectada en ese ciclo agrícola.

Por lo que hace al frijol, Zacatecas, Chihuahua y Durango fueron los principales productores, al contribuir con 62.4 por ciento de la producción nacional. El café se cultivó en 718 mil hectáreas, siendo Chiapas, Veracruz y Tabasco los principales, al aportar 73 por ciento a escala nacional.

De caña de azúcar se produjeron 45 millones 800 mil toneladas; la producción se concentró básicamente en Veracruz, San Luis Potosí y Jalisco, que contribuyeron con 56 por ciento de la producción nacional.

En Veracruz, San Luis Potosí y Tamaulipas se localizó 67 por ciento de la producción nacional de la naranja.

En su turno, además de reconocer la valía del censo, Eduardo Sojo aceptó el estado de crisis que vive el sector agropecuario nacional:

Sí se ve un proceso de envejecimiento de los agricultores, ya que más de 54 por ciento de los productores del campo tienen más de 50 años; se ven también necesidades muy fuertes en educación. Por ejemplo, me parece que también el censo refleja retos que tienen que ver con la pulverización de la tierra, hay cada vez más productores que tienen menos de cinco hectáreas; me parece, que también es algo muy evidente.