Senadores de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) celebraron ayer que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, haya reconocido la responsabilidad de Estados Unidos en el problema del narcotráfico y la violencia que se padece en México.

El presidente del Senado de la República, el panista Gustavo Madero, expresó que se advierte una mejor sensibilidad del gobierno de Estados Unidos, y ello va a permitir avanzar en un mejor entendimiento y corresponsabilidad en el combate a la delincuencia organizada.

Mientras, el coordinador del PRD, Carlos Navarrete Ruiz, valoró que por primera vez un alto funcionario del gobierno estadunidense haya reconocido que la principal motivación del tráfico de drogas entre ambos países es el enorme consumo que hay del lado del vecino país.

Por otra parte, el perredista dijo que con la actitud diplomática mostrada ayer por Clinton se está generando un clima de diálogo y de entendimiento mutuo, que marca un cambio sustancial con la arrogancia mostrada por el gobierno de George W. Bush.

De su lado, el senador blanquiazul Gustavo Madero recalcó que con la visita de Clinton, la que hará el presidente Barack Obama y la realización de la reunión interparlamentaria, que se llevará a cabo en junio próximo, se construye una relación de confianza y de corresponsabilidad que seguramente redundará en mejores resultados en el combate al narcotráfico y al crimen organizado.

También Jesús Ortega Martínez, presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática, se refirió a la llegada de Clinton.

En conferencia de prensa aseguró que durante la visita de la secretaria de Estado, el gobierno mexicano debe asumir una actitud más enérgica y firme para hacer reclamos respetuosos a su vecino del norte en materia de seguridad. No se trata de pelearnos, no pretendemos eso, pero sí que la relación sea beneficiosa para ambos países.

Apoyo de Steelworkers a mineros mexicanos

En tanto, la organización sindical de los Steelworkers le hizo llegar una carta a la secretaria de Estado, en la que le manifiesta la profunda preocupación del gremio por las continuas violaciones a los derechos laborales en México y las políticas antiobreras que se están siguiendo, particularmente porque en los últimos tres años, el gobierno mexicano ha lanzado un sostenido ilegal e injusto ataque contra el sindicato minero.

En la misiva, firmada por el presidente internacional de los Steelworkers, Leo Gerard, se señala que en la campaña por quebrar al sindicato independiente de mineros el gobierno ha actuado en nombre del Grupo México, una de las más grandes empresas en el país, propiedad de Germán Larrea.

Indica que este consorcio es propietario de Asarco, la compañía minera de cobre que emplea a miembros de los United Steelworkers en Arizona y Texas.