Correrá el exigente Maratón de las Arenas
Jueves 26 de marzo de 2009, p. a15
Rescatado por la medicina y tras vencer a la hepatitis C, Luis Guerrero Marrón (45 años) se apresta por quinta ocasión a participar en el Maratón de las Arenas, un trazado de 250 kilómetros bajo el calcinante sol del desierto del Sahara. Las dificultades para sobrevivir ante tal faena no son pocas. La temperatura oscilará entre 45 y 55 grados centígrados, las piernas se entierran en la alfombra de frágil arena, las tormentas en contra o de lado detienen su avance, y los 9.5 litros de agua que recibirá cada día del comité organizador son apenas lo suficiente para mantenerse en pie, relata el competidor extremo.
Nacido en la ciudad de México, con estudios de ingeniería industrial y posgrados en mercadotecnia, el vendedor de artículos deportivos debió prepararse aquí y allá, en deportivos privados, sin el apoyo de ninguna entidad oficial, como la Conade, donde le ofrecieron un uniforme de saldo hace unos años para resistir la odisea del desierto, una prueba de verdadera supervivencia
.
Soltero y bajo el influjo que provoca la adrenalina del deporte extremo, Luis cargará en su mochila un kit de supervivencia
de entre 7 y 14 kilogramos con ropa, bolsa de dormir, alimentos para el desayuno, la comida y la cena, además de bengalas, para recorrer cada día desde 40 kilómetros hasta alcanzar los 80 en la cuarta etapa.
Deberá dormir sen el suelo, cenar lo que pueda prepararse y sólo en sueños podrá imaginarse darse un baño, recibir un masaje, tomarse una copa de vino o disfrutar de una suave cama, porque el reglamento no les permite esos lujos durante la competencia. Vuelto a nacer tras curarse de la hepatitis C, está resuelto a aprovechar cada segundo de vida, por lo que se ubicó en el tercer sitio del ultramaratón de 160 kilómetros, en Texas.
Luis Guerrero Marrón es considerado el mejor ultramaratonista mexicano de todos los tiempos.