San Salvador, 24 de marzo. Miles de salvadoreños participaron hoy en una procesión que recorrió la capital del país para conmemorar el 29 aniversario del asesinato del arzobispo Óscar Arnulfo Romero, considerado la voz de los sin voz, esperanzados esta vez en que el recién electo gobierno de izquierda sane las heridas de la guerra civil.

La jornada de aniversario se inició con una misa en la capilla del hospital para enfermos de cáncer La Divina Providencia, en el sector noroeste de la capital, donde al atardecer del 24 de marzo de 1980 Romero fue abatido de un tiro en el corazón por un francotirador de los temidos escuadrones de la muerte, grupos paramilitares de la guerra vinculados a la gobernante Alianza Republicana Nacionalista (Arena).

Que la sangre que fue derramada en esta iglesia haga que todos seamos hermanos y que estemos en paz, exclamó uno de los sacerdotes en la misa, al recordar al arzobispo que es considerado un símbolo de las víctimas de la guerra que dejó unos 75 mil muertos entre 1980 y 1992. Un conflicto en el que Estados Unidos estuvo del lado de los militares y los sectores de derecha salvadoreños.

Una Comisión de la Verdad creada por la Organización de Naciones Unidas en 1993, culpó como autor intelectual del asesinato de Romero al mayor del ejército, líder ultraderechista y fundador de Arena y de los escuadrones de la muerte, Roberto D’Aubuisson, quien un año antes murió de cáncer.

Al terminar la misa, los feligreses que vestían camisetas negras o blancas con la imagen de Romero y la inscripción pastor y mártir nuestro, iniciaron una procesión hasta la plaza El Salvador del Mundo, donde se encuentra una estatua del extinto arzobispo. Pero al pasar frente a la embajada de Israel, algunos participantes en la procesión arrojaron zapatos viejos en gesto de repudio.

La procesión culminó en la cripta de la Catedral de San Salvador; ahí rindieron homenaje ante la tumba en que reposa el cuerpo del religioso, donde colocaron velas y flores.

Arena perdió las elecciones presidenciales el 15 de marzo frente la ex guerrilla Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que postuló al periodista Mauricio Funes, un admirador de Romero, quien se comprometió a dedicar su mandato a trabajar por los pobres y vulnerables para honrar al arzobispo asesinado

Funes ha dicho que no anulará una ley de 1993 que estableció una amnistía para los militares acusados de abusos a los derechos humanos y de la mayoría de los crímenes cometidos durante la guerra. Sin embargo, integrantes del FMLN aseguran que no interferirán con la justicia en caso de que familiares u otros organismos quieran reabrir casos como el de Romero, por el que nadie ha sido castigado.