Atotonilco de Tula, Hgo., 21 de marzo. Siete campesinos murieron mientras desazolvaban la estación de rebombeo de la comunidad El Refugio, municipio de Atotonilco de Tula; dos más fueron rescatados con vida y tres se encuentran atrapados, informó Miguel García Conde, titular del Sistema de Protección Civil del estado.

Los ejidatarios Guillermo González Hernández y Jacinto Cruz informaron que desde hace 20 años, cuando se instaló la bomba, ellos mismos le dan mantenimiento y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) nunca les advirtió que debían usar equipo de seguridad para esa labor.

Somos gente pobre, necesitamos el agua para regar nuestros cultivos y si la Conagua no limpia, pues tenemos que hacerlo nosotros, porque si no, nos cortan el servicio, sostuvo Rafael Hernández León, otro campesino de la localidad.

Explicó que cerca de las ocho de la mañana 12 ejidatarios se internaron para desazolvar, pero algo pasó adentro y fueron cayendo uno por uno, probablemente intoxicados por algún gas venenoso o por falta de oxígeno.

Sebastián Moreno Díaz, comandante de bomberos del estado, indicó que se enrareció el cubo y desapareció el oxígeno, lo que ocasionó el deceso de los campesinos. Explicó que se rastreó hasta donde fue posible, pero debido a que son aguas contaminadas, fue imposible la entrada del equipo de buceo.

Dijo que el pozo, de 15 metros de profundidad, se limpia periódicamente, entre otras medidas con el cierre de compuertas, pero que en este caso la Conagua no había dado la autorización para que los ejidatarios procedieran.

Unos 60 elementos acudieron a rescatar los cuerpos de Juan Godínez, José Portillo Velásquez, Abraham Cruz Ramírez, Cecilio Álvarez, Martín Rea Caño, Gerardo Márquez López e Hilario Godinez. A Nicolás Cruz Aguilar y Sabino Godínez los sacaron con vida y los trasladaron en helicóptero a Pachuca para recibir atención médica.

A las maniobras de rescate se sumaron trabajadores de Petróleos Mexicanos, Cemex, Apasco y Cruz Azul.

Autoridades de ecología de Atotonilco de Tula responsabilizaron de la tragedia a la recién instalada empresa Ecoltepec, pues ésta se encarga de recopilar residuos peligrosos, aparatos eléctricos y recuperación de aceites y lodos, lo que ocasionó grave contaminación ambiental.

Durante años se había realizado la limpieza en el pozo sin contratiempos, pero desde que llegó la empresa, los olores y los gases tóxicos son intolerables, dijeron.