Primer triunfo de Pekerman al frente de los universitarios; Flores, con la soga al cuello
Omar Bravo, una pesadilla para la zaga rojiblanca; le anularon un gol que parecía legítimo
Entraron Borgetti y Chícharo Hernández en el segundo tiempo, pero fueron controlados
Domingo 22 de marzo de 2009, p. a13
Monterrey, NL, 21 de marzo. Chivas ya vive su viacrucis y anoche sufrió su tercera caída al hilo en el torneo casero, lo que mantiene al timonel Efraín Flores nervioso y con la soga al cuello. La otra cara de la moneda se vive con los Tigres, pues la victoria significó una bocanada de aire puro en su lucha por evitar el descenso, y José Pekerman sonrió ante su primer triunfo.
El Volcán estalló sólo una vez, al minuto 39, con la anotación del paraguayo Pedro Benítez a pase del argentino Lucas Lobos. Tras 11 fechas, los felinos llegaron a 10 puntos en el grupo tres y el Guadalajara se quedó con 12 unidades en el segundo pelotón.
Al minuto 20 le anularon un gol legítimo a los universitarios, cuando Lobos cobró un tiro de esquina por el sector izquierdo, el delantero Omar Bravo se elevó sobre los defensas que lo custodiaban e impactó con la cabeza el esférico ante la inútil estirada hacia su derecha de Luis Michel; el remate sacudió las redes, pero inexplicablemente el silbante Manuel Gómez, quien parecía dar por buena la anotación, terminó invalidándola.
El estadio pintado de amarillo reclamó con rechiflas y mentadas la decisión arbitral, y en adelante lo presionó tras cada señalamiento que perjudicaba justa o injustamente a los felinos. Los dirigidos por el estratega argentino José Pekerman no se desmoralizaron, mantuvieron una férrea defensa, apretaron marcas y Chivas se ahogó, pues mostró escaso ingenio para rebasar tres cuartas partes del campo.
Bravo se mostró incisivo y con mucha movilidad; al minuto 34 dibujó en el aire una vistosa media tijera, pero la pelota salió muy elevada. Más afortunado fue el paraguayo Pedro Benítez después que Lucas Lobos cobró una falta, su centro llegó al corazón del área, donde el atacante felino giró la cabeza para darle dirección al balón que entró por el costado derecho de Michel y definió el 1-0.
Flores, timonel rojiblanco que en días pasado se quejó amargamente del arbitraje y confirmó haberle dicho al silbante del clásico tapatío que lo iban correr por culpa suya, hizo cambios para el segundo tiempo. Sacó al experimentado Gonzalo Pineda e ingresó a Francisco Mendoza, pero los Tigres se mantuvieron como el cuadro más peligroso.
El escurridizo Lucas Lobos fue tacleado por Aarón Galindo, quien fue amonestado (48), y luego Omar Bravo cabeceó ligeramente por encima del larguero. El oriundo de Mazatlán, Sinaloa, no anotó, pero fue una auténtica pesadilla para sus ex compañeros tapatíos, que se multiplicaron para marcarlo.
Desesperado, Flores ingresó al delantero Jared Borgetti, quien se perdió al frente esperando algún balón. En la recta final, Chivas se avalanzó en ataque furioso; todavía el técnico envió a Javier Chícharo Hernández, pero entonces Tigres se plantó bien en la defensiva y buscó hacer más daño con contragolpes.
Al minuto 70, estuvo cerca de aumentar la cuenta cuando la dupla Lobos-Bravo volvió a conectarse; el centro medido de Lucas encontró a Omar frente al segundo poste, pero esta vez Michel atajó bien. Bravo salió de cambio (78) entre algunos aplausos de aficionados que premiaron su esfuerzo.
El Chícharo Hernández no pudo aprovechar un servicio de Ramón Morales, mientras el portero Óscar Pérez, con apuros, se adueñó del balón. La imagen postrera de la debacle chiva fue la expulsión de Francisco Mendoza, al minuto 92.
