Por donde se le vea, los años 30 y 40 del siglo XX son ya en una época clásica de la historia. No sólo es el tiempo del Cine de Oro mexicano. También es el periodo en que se cimentan las instituciones políticas, una vez liquidada la lucha armada revolucionaria. Es el tiempo de la Segunda Guerra Mundial, pero también el comienzo de una era de modernidad, de cambios en las telecomunicaciones y los transportes, con teléfonos, aviones comerciales y aeropuertos internacionales, autobuses y extensas carreteras que acortaron tiempos y distancias entre individuos y comunidades. Pero además, sin la inmediata competencia de la radio y la televisión, la prensa en México y el mundo era todavía el rey de los medios de difusión de noticias.

Los diarios usufructuaron en los años 30 de la mayor libertad de expresión que haya existido en México, pero según documentó la historiadora Silvia González Marín del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ese espacio libertario en tiempos del presidente Lázaro Cárdenas –a quien el semanario Hoy mostró en paños menores bañándose en un río, de gira por el país– fue utilizado por los editores para combatir la reforma agraria y la educación popular y animar las ideas nazis y fascistas desde sus páginas noticiosas y editoriales, lo que fue repudiado por artistas e intelectuales como Diego Rivera, que en 1939 apedreó las instalaciones de Excélsior y El Universal, en protesta por el respaldo a Francisco Franco y la animadversión a los republicanos.

Título: Prensa y poder político:

la elección presidencial

de 1940 en la prensa mexicana

Autora: Silvia González Marín

Editorial: Siglo XXI-UNAM

Número de páginas: 392

Precio de lista: 180 pesos