Con el voto del PRD en contra, el Senado aprobó ayer reformas a la Ley General de Salud que incrementan la penalidad por falsificar, adulterar o contaminar medicamentos. Quien incurra en esos delitos purgará de seis a 15 años de cárcel y recibirá multas equivalentes a mil 500 días de salario mínimo general vigente.

Los perredistas Pablo Gómez y Tomás Torres propusieron que la sanción quedara de tres a 15 años, toda vez que consideraron excesiva la pena propuesta, similar a la de quien incurre en homicidio culposo, además de que criticaron que la iniciativa no estaba bien fundamentada.

El presidente de la Comisión de Salud, el panista Ernesto Saro, sostuvo que la sanción propuesta es adecuada, ya que los medicamentos falsificados no sólo dañan a las empresas farmacéuticas, también pueden provocar severos daños en la salud de los ciudadanos.

Por su parte, el perredista Tomás Torres resaltó que no hay información cuantitativa sobre este delito en México ni se sabe cuántos procesos penales hay abiertos en torno a la falsificación y alteración de fármacos.

Sostuvo que es falso que dichos actos se vayan a erradicar con el incremento de la penalidad, que actualmente es de uno a nueve años. Igualmente, Pablo Gómez destacó que el problema no está en la ley, sino en la impunidad.

Preguntó a Saro –autor de la iniciativa– por qué en el dictamen no se incluyó un estudio criminológico ni se especifica sobre las bandas que se encargan de falsificar, comercializar y transportar las medicinas adulteradas. No nos informaron de nada; sólo nos han dicho: súbanle la pena, y yo, con mucha pena, digo que así no tengo por qué votar en favor.

PRI, PAN y Verde Ecologista aprobaron la reforma con 76 votos en favor y tres en contra.