Infinitamente más hermoso y más noble que una vulgar historia de amor. Así es la relación entre la belga Amélie Nothomb y el japonés Rinri. Un amor sumamente contemporáneo, construido con la conciencia y aceptación de la finitud, en el cruce de las fronteras culturales y del lenguaje, bajo la idea de la continua recreación de la identidad y, sobre todo, con la voluntad constante de movimiento y búsqueda de libertad.

Nothomb deja ver que las relaciones amorosas se diferencian unas de otras por su final. Aquí no hay traiciones, divorcios o abandonos, hay un abrazo fraterno, el abrazo fraterno del samurái. Hay aquí una filosofía del amor que transgrede las ideas más románticas y tradicionales.

En Ni de Adán ni de Eva, la escritora belga, quien se ha convertido en referente de la literatura contemporánea escrita en lengua francesa, narra su regreso a Japón, país que la vio nacer, 20 años después. Una vuelta al origen que le permitió descubrirse a través del viaje y de su relación con Rinri, el chico japonés al que comenzó daba clases de francés y de quien después se enamoró.

Y es que gracias al trabajo diplomático de su padre, Amélie Nothomb aprendió desde pequeña a cuestionar su identidad cada vez que mudaba de país. A sus 15 años ya conocía Tokio, Pekín, Bruselas, Nueva York, por lo que aprendió a desligarse de lo estable, se acondicionó al incesante cambio.

“Al parecer –escribe Amélie–, huir es poco glorioso. Lástima, porque es muy agradable. La huida proporciona la más formidable sensación de libertad que se pueda experimentar (...) Uno debería tener siempre algo de lo que huir, para cultivar esa maravillosa posibilidad...”

Título: Ni de Eva ni de Adán

Autor: Amélie Nothomb

Traducción: Sergio Pàmies

Editorial: Anagrama

Número de páginas: 173

Precio de lista: 385 pesos

Textos: Eduardo Gálvez