El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) contará con una suerte de periodo de gracia de seis meses para modificar el proyecto de luz y sonido que insiste en llevar a cabo en la zona arqueológica de Teotihuacán.

Así lo dictaminó el Consejo de Arqueología, instancia que hizo suyas las reflexiones y sugerencias que emitió el Grupo Técnico Evaluador (GTE) en torno al caso.

Si bien los especialistas del GTE consideraron que los trabajos para llevar a cabo el espectáculo nocturno Resplandor teotihuacano no pusieron en peligro la estabilidad de las pirámides, criticaron duramente el diseño y la instalación de la iluminación.

Argumentaron que “son demasiado visibles, obvias y agresivas, no es fácil disimular su presencia y entorpecen la apreciación del monumento a la luz del día. Además, pueden provocar accidentes porque interfieren con el tráfico de los visitantes.

Observamos un uso inadecuado de la cromaticidad y la intensidad del color, un exceso de efectos en las áreas iluminadas que convierten el diseño en un alarde de demostración de las múltiples posibilidades técnicas de estos nuevos equipos. Pareciera que la protagonista es la luz, no el edificio y sus detalles arquitectónicos; esto es una mala aplicación de la tecnología.

También descalificaron el guión del show, elaborado por Editorial Raíces: no refleja convenientemente el conocimiento actualizado sobre Teotihuacán, considerando la condición de ciudad excepcional para su tiempo (...) deberá ser revisado y armonizado con la información de los discursos museográficos de los recintos dedicados a la pintura mural teotihuacana y al sitio.

Urge un plan integral

En una rueda de prensa efectuada en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, el vocero del GTE, el arquitecto Luis Arnal, explicó que, antes de echar a andar un proyecto de luz y sonido en Teotihuacán es urgente elaborar un plan integral de manejo del sitio arqueológico que, entre otros aspectos, proponga soluciones al comercio formal e informal.

El especialista admitió que hubo una falta de tacto al colocar las luminarias en las pirámides del Sol y de la Luna; no hubo prudencia ni respeto y las consecuencias ya se vieron.

Por su parte, el director del INAH, Alfonso de Maria y Campos, reiteró que se llevarán a cabo modificaciones al proyecto de luz y sonido, el cual ese organismo trabaja en coordinación con el gobierno del estado de México, y que será dentro de seis meses cuando se cuente con una decisión definitiva respecto de su viabilidad. Las lámparas son las correctas, no las bases; vamos a buscar un nuevo diseño y presentar al Consejo de Arqueología primero un prototipo, el único problema es cómo hacer que destaquen los monumentos con las luces sin que se vean las lámparas.

El funcionario afirmó que la insistencia en iluminar de noche Teotihuacán y otras zonas arqueológicas se debe a peticiones de las propias comunidades. Argumentó que ante la recesión económica que vive el mundo, la solución en áreas como Teotihuacán es el turismo cultural, pues si ahí hubiera maquila la población tendría otra fuente de recursos.

También anunció nuevas orientaciones y políticas hacia la zona, como la adquisición de 13 parcelas con superficie de 27.4 hectáreas, ubicadas atrás de la Pirámide de la Luna, en el barrio de Purificación; un acuerdo para definir una franja de mil 500 metros lineales adicionales a la superficie de la poligonal que protege la zona, en el contexto del corredor turístico del nororiente del estado de México, y el establecimiento de un fondo patrimonial especial de 10 millones de pesos para conservación y mantenimiento.

Además, se comprometió a reactivar los trabajos multidisciplinarios que consideren no sólo la dimensión académica, sino de conservación y operación de la zona arqueológica, y a rediseñar y, en su caso, ampliar los espacios dedicados a talleres y laboratorios.

Zanja en Chichén Itzá

A pregunta expresa de la prensa, De Maria y Campos tuvo que admitir que de no resolverse el problema técnico que significa la colocación de las luminarias el proyecto de luz y sonido se cancelará, pero hemos visto en este tercer milenio proyectos exitoso de luz y sonido, como en Tulum, donde nadie reclama.

Recordó que en los años 70 se colocaron equipos de luz en ruinas como las de Uxmal, en enormes zanjas sobre las estructuras, algo que ahora prohíbe el Consejo de Arqueología y que estamos revirtiendo. Inclusive, reveló, en la cúspide de la pirámide de El Castillo de Chichen Itzá existe una zanja.

Luis Arnal afirmó que no existe un solo monumento arqueológico en México que esté como en el siglo VIII. Todos han sido reconstruidos, cubiertos con piedra nueva; esto tenemos que digerirlo y aceptarlo.