Con base en organismos marinos, científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional, descubrieron una sustancia que permite reactivar los neurotransmisores afectados por el Alzheimer, con la que se espera desarrollar fármacos que combatan ese padecimiento.

Martha Sonia Morales Ríos, del departamento de Química del Cinvestav y coordinadora de la investigación, explicó que en una persona que padece de Alzheimer las neuronas dejan de funcionar debido a que los neurotrasmisores que permiten la comunicación entre ellas se debilitan y lo que hace la sustancia descubierta es fortalecer esos canales que posibilitan su interconexión.

Al estudiar a los briozoanos, organismos marinos invertebrados, los investigadores del Cinvestav lograron aislar una sustancia a la que bautizaron como desbromoflustramina, la cual tuvo un efecto activo para atacar el padecimiento, por lo que se deben seguir estudiando como posibles medicamentos para el tratamiento del Alzheimer.

En entrevista, luego de la conferencia en la que se dio a conocer que la investigación obtuvo el premio Canifarma 2008, la científica explicó: “Las células nerviosas que existen en el cerebro se comunican entre sí para transmitir los mensajes del conocimiento, el lenguaje, la capacidad intelectual y otras funciones del individuo. Para que la comunicación sea eficiente, es necesaria una sustancia que transmita la información. En el caso de los enfermos de Alzheimer esa sustancia se encuentra debilitada, y la desbromoflustramina podría ser como vitaminas para fortalecer los neurotransmisores y favorecer el funcionamiento cerebral.

La falta de comunicación entre las neuronas se traduce en deficiencias cognitivas y problemas del lenguaje, entre otros.

Morales Ríos indicó que lo novedoso del descubrimiento, respecto de medicamentos destinados al tratamiento de Alzheimer, es que su trabajo –en el que colaboran ocho personas– tiene origen en productos marinos, mientras otras investigaciones para combatir la enfermedad lo hacen con compuestos terrestres que actúan a nivel de las neuronas o con algunos otros que se obtienen por medio de la síntesis, pero tienen problemas de toxicidad.

Originarios de Dinamarca

Refirió que en su laboratorio se ha sintetizado la sustancia obtenida de los organismos marinos, pues por cada 100 mil kilogramos de briozoanos –que sólo se encuentran en las costas de Dinamarca– se puede obtener un gramo de desbromoflustramina. Por lo que al sintetizarlos se reduce enormemente el daño ecológico que podría ser muy importante.

La investigación se encuentra en su primera etapa, por lo que el siguiente paso será aumentar la potencia de la sustancia, optimizarla. Esto lo haremos a partir de pequeñas modificaciones en la estructura con manipulaciones químicas. Vamos a modificar la estructura original que se aisló de estos invertebrados, que es una molécula líder y a partir de ella vamos a generar otro tipo de moléculas con el objetivo de aumentar su potencia y selectividad.

Amplios beneficios

Subrayó que la ciencia debe poner más atención en los beneficios que puede proporcionar. Los productos marinos no sólo pueden servir para el tratamiento de enfermedades neurológicas; hay muchos otros padecimientos en los que se evalúan estos compuestos, como el cáncer, sida, enfermedades virales y bacteriales; es un abanico muy amplio.

En relación con el reconocimiento que obtuvo la investigación, la científica resaltó que representa un impulso y una motivación para seguir trabajando en esta área de la investigación, además de que podrían interesarse más estudiantes en ella e ingresar a nuestro grupo para continuar con el trabajo.