Jalapa, Ver., 11 de marzo. Debido a que el cambio climático ya modificó los mapas de zonas de riesgo en todo el mundo, es necesario restructurar esos documentos y adecuar las estrategias para enfrentar los meteoros que se multiplicarán, afirmó hoy Roberto Quass Weppen, titular del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

La elaboración del Atlas mesoamericano de peligros y riesgos de desastres naturales para Centroamérica y Sur-Sureste de México tiene un avance de 70 por ciento, aunque año con año deberá ser revisado y actualizado, pues los pronósticos de posibles desastres son erráticos por el calentamiento global, agregó.

Los países adheridos al Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, y que están comprometidos a realizar atlas de riesgo para prevenir y atender contingencias por el cambio climático, son Belice, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y México. En el proyecto se han invertido 17.84 millones de dólares, dijo.

Quaas Weppen se reunió con funcionarios de Protección Civil estatal, ante quienes señaló que el cambio climático ya modificó las zonas de riesgo en los países del continente y ahora se necesita actualizar las estrategias para anticipar y enfrentar meteoros que ponen en riesgo la integridad física de los habitantes de Centro y Sudamérica.

Refirió que el Atlas mesoamericano de peligros naturales, capítulo Sur-Sureste de México, sistematiza los riesgos que tienen consigo cada ciudad, en relación con las actividades industriales, económicas, naturales que se registran en cada zona.

Pero ahora el objetivo es identificar los riesgos de cada zona, en cada uno de estos nueve países, para promover la aplicación de las tecnologías para la prevención y mitigación de desastres; impartir capacitación profesional y técnica sobre la materia, y difundir medidas de preparación y autoprotección entre la sociedad expuesta a la contingencia de un desastre que también se intensificaron.

La elaboración del atlas es un proyecto único en su tipo y ahora se requiere analizar y prever contingencias de forma global, no sólo a determinada región o fenómeno, sino a los cambios en los sistemas mundiales que vienen, pero sin descuidar la particularidad de cada zona en riesgo, señaló.