Miércoles 11 de marzo de 2009, p. 33
Pekín, 10 de marzo. El Tíbet se mantuvo en calma este día al cumplirse 50 años del levantamiento que llevó al exilio al Dalai Lama, quien acusó a China de haber convertido a esa región en un infierno
y de haber matado a cientos de miles de tibetanos
. El gobierno autónomo regional dijo que Lhasa, la capital, estaba en calma, obligada por el severo despliegue de seguridad que China aplicó ante el temor de otra rebelión como la de marzo de 2008, que dejó 80 muertos. Desde su exilio en Dharamsala, India, el Dalai Lama, premio Nobel de la Paz 1989, reiteró su reclamo de una autonomía significativa
y subrayó que estos 50 años han sido de sufrimiento y destrucción para el territorio y pueblo de El Tíbet
, pues una vez ocupado, China realizó una serie de campañas de violencias y represión
que de inmediato resultaron en la muerte de cientos de miles de tibetanos
. China, de su lado, acusó al Dalai Lama de propagar rumores
y mentiras
. La cancillería de Pekín sostuvo que las reformas democráticas en el Tíbet son las más amplias y las más profundas de su historia
.