Doble fuego combatió ayer el técnico del América, Jesús Ramírez, y no lo soportó. El ex titular de las selecciones menores se crispó cuando le dijeron que el cuadro amarillo juega mal, sin pies ni cabeza, y que la directiva exhibe a los jugadores.

Entonces cortó de tajo la conferencia de prensa con un ¡ya, ya!..., al tiempo que aplicó un manotazo en el estrado, se levantó y se retiró con paso acelerado.

–¿Te sientes culpable del fracaso de la Sub-20? –se le preguntó al inicio de la rueda de prensa realizada en Coapa, ya que dejó el timón a sólo 15 días de arrancar el premundial de Trinidad y Tobago rumbo al Mundial de Egipto, para hacerse cargo de la dirección técnica de las Águilas.

–Yo asumiría lo que me toca... Lamentablemente me entristece por nuestro futbol, por los muchachos, siente uno feo porque había un cariño especial. Sí te pega –respondió.

Sin embargo, negó haber abandonado a su suerte a la Sub-20. Inclusive recomendó como su sucesor a Rafael Jardón, pero los federativos Justino Compeán y Decio de María designaron a Juan Carlos Chávez.

Luego de que me fui mantuve contacto con ellos, siempre estuve pendiente y hasta con algunos jugadores a nivel de amigos, también con Juan Carlos, a quien entregué un informe. Hice lo que una persona decente debe hacer, se defendió.

Chucho puntualizó que en su contrato estaba claro que tendría opción de dejar a las selecciones menores ante alguna oferta atractiva y, luego de enterarse de que esta mañana De María dijo que su salida influyó en el reciente fracaso, explicó que la Federación Mexicana de Futbol nunca le hizo una contrapropuesta económica.

Ramírez dijo que él si le ve forma a las ÁguilasFoto Cristina Rodríguez

“Quizá no hubiera sido por el dinero, porque era un reto para mí dirigir un equipo grande. Acá tampoco tenía mucho tiempo para decidir y no fue fácil tomar una resolución.

Vine a este proyecto convencido y si tengo que asumir alguna responsabilidad, la asumo, pero estoy con la tranquilidad de que siempre trabajé.

Sobre la observación de que después de 2005, cuando ganó el título mundial en Perú con la Sub-17, sólo ha habido fracasos en torneos fuera de México, ya no quiso dar una opinión: lo que se necesita es trabajar más y hablar menos.

Al abordar el tema del América, en el que durante su gestión lleva dos empates, un triunfo y dos derrotas, también se mostró áspero. Señaló que estuvo bien la reprimenda del presidente Michel Bauer al plantel, negó que su vestidor esté dividido y dijo que tampoco tiene diferencias con algún jugador.

Añadió: no veo tan lejos (el día) que el equipo esté bien, sabemos perfectamente qué es lo que está sucediendo. No obstante, cuando le dijeron que el América –penúltimo en la tabla general– no tiene pies ni cabeza, respondió: ¿Así lo ves tú?... Yo sí le veo forma para lo que quiero.

Luego le reprocharon que la directiva exhiba a jugadores al llevar a las conferencias de prensa a quienes se equivocan, como con Ángel Reyna y Enrique Vera.

Se las cambio: Si no se hace nada, no les parece, y si los traemos ¡resulta que se les exhibe!... ¡Ya, ya!