Descubren cinco pendientes y dos anillos de oro de la dinastía XVIII
Las piezas estaban en la cámara mortuoria de Gehuti, responsable de la hacienda egipcia durante la época de la reina Hatsepsut, informan
Miércoles 11 de marzo de 2009, p. 5
Madrid, 10 de marzo. Un grupo de cinco pendientes y dos anillos de oro de la dinastía XVIII del Imperio Nuevo (1539-1075 aC) fue hallado por arqueólogos españoles en la ciudad monumental de Luxor, en el sur de Egipto, informaron fuentes oficiales.
El hallazgo se efectuó en la cámara mortuoria de Gehuti, responsable de la hacienda durante la época de la reina Hatsepsut (1482-1502 aC), en la zona de Derá Abu al Naga, en la orilla occidental del Nilo, en Luxor, a 600 kilómetros al sur de El Cairo.
Según las primeras investigaciones de los especialistas, es probable que estas joyas pertenezcan al propio Gehuti o a un integrante de su familia, porque se trataba de un funcionario importante que se vestía con joyas, como los reyes.
Dichos estudios han probado también que la tumba de Gehuti fue saqueada en distintas épocas faraónicas, además de que la tumba, el ataúd y la momia fueron quemados en un incendio entre 725 y 1081 aC.
Zahi Hawass, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, consideró probable que los pendientes y los anillos hallados fueran extraviados por ladrones durante el robo de la tumba, por lo que pudieron ser encontrados ahora.
También, en el mismo lugar fue descubierta la entrada de otra cámara mortuoria, en cuyos muros están inscripciones coloreadas que muestran la imagen de Nut, la diosa del cielo, con las manos abiertas para abrazar al difunto.
Descubrimientos en cadena
Ambos descubrimientos se suman a las dos estatuas del faraón Amenhotep III que fueron encontradas por una misión conjunta egipcia-europea en Kom Hitan, en la orilla occidental del Nilo de Luxor.
En dichas figuras el personaje se encuentra sentado y con vestimenta real. En una de ellas, hecha de granito negro, y en la otra, elaborada con cuarzo, está como una esfinge, cuya antigüedad es de unos 3 mil 400 años.
Los arqueólogos descubrieron las estatuas en excelente estado cuando realizaban labores de limpieza en la entrada frontal de un templo de Amenhotep III, y fueron trasladadas a un museo para ser exhibidas con posterioridad.
