Realizarán temporada de El asesino entre nosotros, en el teatro Carlos Lazo
problema universal
El director Mauricio Jiménez propone confrontar la oscuridad
a la que hemos llegado
Miércoles 11 de marzo de 2009, p. 4
El dolor que representa en muchos sentidos el creciente e irresuelto problema de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, no podía encontrar mejor lugar para su remontaje que la atmósfera oscura y húmeda del sótano del teatro Carlos Lazo, con los agregados de una escenografía aprisionante y estruendosa, centrada en cortinas de acero que suben y bajan para las entradas y salidas de los actores, y un vestuario sin encanto, con predominio del beige.
Así se percibió ayer martes durante la presentación para prensa de dos escenas de la obra El asesino entre nosotros en ese espacio de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, donde la obra se representará del 13 de marzo al 18 de abril, viernes y sábados a las 19 horas.
Con dramaturgia y dirección de Mauricio Jiménez, esta puesta de la Compañía Trajinera Teatro ya conoció la aprobación de la crítica durante dos temporadas, en 2006 y 2007, en el Foro Antonio López Mancera del Centro Nacional de las Artes.
Doloroso paisaje
Ahora, desde el sótano del teatro Carlos Lazo y luego de las dos escenas –una en la que se plantea la indiferencia ante hechos trágicos que comienzan a volverse cotidianos, y otra en la que se exploran las pasiones y motivaciones humanas que llevan a esa violencia contra las mujeres–, Jiménez comenta: Intentamos un recorrido y una panorámica sobre una historia que nos es tan dolorosa, la exploración del universo tan podrido que vive nuestro país. Creemos que la representación de la verdad es un conjuro para que las cosas se renueven y renazcan.
En torno a la escenografía de cortinas de acero, escaleras de metal y paredes de concreto, dijo que el paisaje de México hoy es doloroso
, que las entradas y salidas
del país son de cortinas grises y hormigón.
El director recordó que él había propuesto una escenografía que recreara el desierto, pero que el escenógrafo Josafath Reynoso dijo que no, y nos sumergió en un ambiente doloroso
. Su trabajo nos dio esa pulsación de tragedia en la que estamos inmersos
.
Una cultura del miedo
Mauricio Jiménez precisó que aunque esta obra se refiere sobre todo al caso de Ciudad Juárez, las maquiladoras, la violencia y la impunidad, el montaje se podría representar en cualquier lugar del mundo, pues los asesinatos suceden por doquier, ya que “el feminicidio es un problema universal”.
Sostuvo: Aunque hubiera una sola muerte hay que protestar, porque nadie tiene derecho a quitarle la vida a otro
.
En la información de prensa, al hablar de uno de los casos que investiga el personaje de una periodista, se destaca la revelación de hechos profundamente violentos hacia las mujeres, a través de un sistema en el que las vejaciones misóginas son el motor de una cultura del miedo
.
Aclaró que no se trata de lamentarse ni de llorar, sino de confrontar la oscuridad
a la que hemos llegado como país. En la oferta de espectáculos pueden disfrutarse diversiones simples
, señaló, pero El asesino... representa una diversión compleja
.
Una de las actrices, Marianella Villa, destacó el aspecto humano de la puesta y dijo que en la historia también se habla de los sueños de esas mujeres asesinadas, de lo que hubieran querido ser
de no haber muerto.
Eso es importante, porque en los medios de comunicación por lo general sólo se mencionan cifras
sobre las asesinadas de Juárez.