Buenos Aires, 18 de febrero. La cancillería argentina citó hoy al embajador italiano, Stefano Ronca, y le expresó la profunda preocupación y el malestar del gobierno por las declaraciones atribuidas al primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, quien en referencia a los detenidos-desaparecidos arrojados al mar en los vuelos de la muerte de la pasada dictadura argentina dijo que eran bellas jornadas, los hacían descender de los (aviones).

El diplomático italiano se comprometió a verificar esto y dijo que informará a la brevedad sobre la situación, mientras una ola de rechazos y protestas unificó a organismos de derechos humanos, personalidades, artistas, sindicatos y políticos en el repudio a las supuestas declaraciones, planteadas como una de las bromas a las que recurre Berlusconi en sus discursos.

La evidente burla del premier de Italia produjo estupor aquí en Argentina, donde la pasada dictadura dejó 30 mil desaparecidos entre ellos miles arrojados al mar, vivos y drogados por sus verdugos en los llamados vuelos de la muerte.

Para las Madres de Plaza de Mayo, muchas de ellas descendientes de italianos, esta actitud de Berlusconi es una afrenta que las golpea doblemente. Tres de la fundadoras Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y Mary Bianco de Ponce fueron secuestradas en diciembre de 1977, llevadas a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y luego arrojadas aún vivas al mar.

Sus cadáveres, llegaron a las costas en el sur de la provincia de Buenos Aires y fueron identificados más de 20 años después convirtiéndose en símbolos de aquellos años de horror y en los mayores acusadores de sus verdugos de la ESMA.

Que el primer ministro de Italia haga mofa de una tragedia humanitaria de tal magnitud, afrenta a los familiares, hiere la memoria de los desaparecidos de la dictadura, y ofende a la comunidad italiana en Argentina señala uno de los comunicados. También se llama a la solidaridad del resto del mundo para que se reclame ante Berlusconi.

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, a la que un medio italiano envió copias de las palabras de Berlusconi durante un mitin de campaña en Cagliari, capital de Cerdeña, dijo que el primer ministro agravió al pueblo argentino y recordó que los gobiernos anteriores y la justicia italiana habían sido muy solidarios con la tragedia argentina. Anunció una presentación ante la Secretaría de Derechos Humanos, la Cancillería, y la Embajada de Italia en Argentina,

Por su parte Hebe de Bonafini de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo definió e Berlusconi como un personaje siniestro y lo comparó con los dictadores Masera y Jorge Rafael Videla.

Esto sucede cuando la justicia de Italia estudia pedir nuevamente la extradición del jefe de la Armada, contralmirante Emilio Massera, al que un médico de ese país consideró con capacidad mental para enfrentar un juicio.

Como Berlusconi, Massera integraba la tristemente famosa Logia Propaganda Dos (P2) dirigida por Licio Gelli, con fuertes relaciones con la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) y con la dictadura militar. Fue precisamente el parlamento italiano que decidió la disolución de la P2, después de comprobar gravísimos hechos de corrupción, crímenes y mafias, lo que alcanzó al Vaticano.

También se recordó aquí que las bromas del premier italiano han desconcertado a varios países y producido roces diplomáticos.

Una de sus últimas bromas fue llamar bronceado al presidente Barack Obama, lo que en Estados Unidos se interpretó un insulto racial.

En tanto esta tarde hubo una reunión de organismos de Derechos Humanos con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner donde se habló del desarrollo y demora de los juicios proponiendo un Plan Nacional de Lucha Contra la Impunidad, con todos los sectores involucrados, bajo bases comunes. Entre estas figuran los acuerdos entre los tres poderes del Estado sobre la existencia de un plan sistemático para cometer delitos de lesa humanidad, destinado a desarrollar un proyecto político económico del que participó toda la cadena de mando de las fuerzas armadas de la pasada dictadura. Entre las medidas urgente está la participación activa del Consejo de la Magistratura y del Jurado de Enjuiciamiento en los procesos de sanción y juicio político para los magistrado que no cumplan con los plazos o entorpezcan los procesos.