Acapulco, Gro., 15 de febrero. Para cuando el buque escuela Cuauhtémoc esté de regreso hacia finales del verano, México habrá superado el peor momento del entorno económico mundial y estará trabajando afanosamente por recuperar su crecimiento, ofreció el presidente Felipe Calderón al encabezar la ceremonia de despedida de la embarcación de la Armada de México, que tiene previsto su regreso al país el primero de agosto próximo.

En su discurso, el también comandandate supremo de las fuerzas armadas llamó la atención sobre la situación de violencia que amenaza la tranquilidad de los mexicanos, al señalar: habría que preguntarse cómo es posible que hayamos como pueblo sido capaces de tolerar que semejante barbarie penetrara en la sociedad, que se asentara en nuestras calles, que penetrara a nuestras autoridades.

“Más que ello –continuó con su discurso–, hoy lo que debemos hacer es unirnos en el repudio y en la acción, señalar y delatar a los criminales, particularmente mediante los mecanismos que con plena seguridad para el ciudadano (las denuncias anónimas), el gobierno federal y las fuerzas armadas han venido construyendo.”

A bordo del buque, que comenzó una travesía de seis meses por el océano Pacífico, en el que 99 guardamarinas concluirán su instrucción para integrarse como oficiales de la Armada, Calderón convocó a la ciudadanía a sumarnos y a cambiar todo aquello que nuestras acciones u omisiones hayan permitido o prohijado en materia de impunidad y corrupción de servidores públicos.

Ante los secretarios de Marina y de la Defensa Nacional, Mariano Francisco Saynez Mendoza y Guillermo Galván Galván, respectivamente, así como del gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, el jefe del Ejecutivo federal hizo un llamado a no tolerar esa barbarie ni habituarse jamás a la concentración de la dimensión del dolor humano que representa.

Sostuvo que con cada uno de sus actos de barbarie, los criminales demuestran, por un lado, su nivel de desesperación y, por otro, el tamaño de su cobardía.

Hizo un llamado a no permitir el desaliento, sino por el contrario, hacer que cada acción cobarde nos instigue y acicate a actuar día a día con mayor determinación, y nunca, nunca claudicar ni resignarse a entregar nuestra sociedad y nuestras familias a la acción impune y a los intereses de los criminales.

Destacó que marinos y soldados, sin titubeos, enfrentan cada día a un enemigo que busca imponerse mediante el miedo, la corrupción y la violencia.

Sobre el tema económico, indicó que ante la difícil situación que estamos viviendo, provocada “más allá de nuestras fronteras, los gobiernos federal y estatales, así como los sectores productivos del país están tomando de manera oportuna y decidida ideas orientadas a reducir el impacto negativo de esta crisis mundial, particularmente para proteger el empleo y el ingreso familiar.

Nunca duden que saldrán adelante, que nunca nuble su mente un pensamiento de debilidad o de flaqueza, que en la perseverancia, en la disciplina y en el trabajo coordinado está la clave del éxito, aseguró.