La Realidad, 17 de noviembre de 1998. Foto: Yuriria Pantoja Millán
El camino de la autonomía
Teniente Coronel Insurgente Moisés
Antes de la llegada de los compañeros insurgentes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en todas las comunidades se estaba viviendo muy difícil: explotados, humillados, pisoteados y saqueados.
Les estoy hablando ahora de las tierras recuperadas, que eran de los latifundistas. Ahí, nuestros abuelos y abuelas lo vivieron. Y desde muchos más años atrás. Veían que los patrones son los mandones. Y veían, nuestros abuelos y abuelas, que son igual los malos gobiernos.
Cuando llega el ezln empezó el trabajo en los pueblos, a hablar pues de la explotación. Nuestros abuelos y abuelas, nuestros papás y mamás, entendieron la necesidad de organizarse. Porque ya veían de lo que le estaba pasando, de lo que le estaba sucediendo.
Ya había idea de que hay que organizarse, de que hay que unirse, de que así tenemos fuerza. Pero en aquellos tiempos no se podía, porque los patrones y el mal gobierno no permitían. Y había otras historias largas ahí. Porque nos decía el mal gobierno que hay que entrarse en las organizaciones oficiales, como la CNC, y luego la CTM.
Nuestros papás y abuelos participaron en esas organizaciones legales, que dice el mal gobierno que ahí se va a resolver las necesidades, las demandas. Lo probaron y no se resolvió nada. Se vino la idea de que hay que organizarse independiente, lo probaron y no se resolvió nada. Puras persecuciones, encarcelamiento, desaparición.
Cuando llega el EZLN se empezaron a organizarse nuestros pueblos. Se hizo la aparición pública y ahí se decidió pues, en el 94, que tenemos que gobernarnos nosotros. Entonces, nos organizamos, al principio, en los municipios autónomos. Así se llamó: “autónomo”.
Pero nosotros los campesinos, tzeltales, tojolabales, choles, zoques, mames, no entendemos qué significa la palabra “autonomía”. Poco a poco fuimos entendiendo que la autonomía era de por sí lo que estábamos haciendo. Que nos preguntábamos lo que vamos a hacer. Que discutíamos en las reuniones y en las asambleas y, luego, decidimos los pueblos. Hasta ahorita podemos explicar ya lo que es la autonomía que se está haciendo con nuestros Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas.
Lo que pensábamos, lo que imaginábamos antes, ahora está confirmado. Que nosotros los indígenas somos los más olvidados. Pero también sabemos que la libertad, la justicia, y la democracia también las necesitan los que no son indígenas.
El trabajo de los municipios autónomos ahora se ha consolidado más. Nuestros compañeros y compañeras han entendido más, y ahora se dan cuenta que así debería ser en todo México. Donde el pueblo manda y el que está gobernando debe obedecer. Es así como trabajan ahora nuestras compañeras y compañeros.
En todas las áreas de lo que se está construyendo. Hablando de salud, de educación y de otros trabajos colectivos, es discutido, analizado pues, en los pueblos, y luego la decisión general es la que se viene para construir. Se han dado cuenta nuestros compañeros y compañeras que sí se pueden hacerlo. Han aprendido más con los compañeros y compañeras de las Juntas de Buen Gobierno (JBG). Y una cosa tan importante que también nuestros compañeros están descubriendo cada vez más: la participación de las compañeras en los distintos cargos en la construcción de la autonomía, que no pueden quedar solas las compañeras.
Claro, nos ha costado mucho. Porque hay un problema desde antes, que nuestras compañeras se habían quedado como si fuera un objeto que está aparte. Descubrimos ahí, en aquel tiempo de los patrones, eran maltratadas, violadas nuestras compañeras, nuestras abuelas.
Con esta construcción de la autonomía que estamos haciendo, hemos descubierto que ya no podemos seguir como antes, que estaban a un lado las compañeras. Es como ahora: las compañeras en los pueblos se ayudan con los compañeros a resolver los distintos problemas, a planear y discutir, sacar propuestas para en las asambleas de los municipios autónomos, o en las asambleas generales que hace la JBG.
¿Dónde está la escuela, dónde está el aprendizaje? Aquí mismo, adentro de las comunidades. En ese tipo de construcción de la autonomía, nuestros pueblos, hombres y mujeres, son los exigentes y exigentas de que se debe cumplir los siete principios del mandar obedeciendo. Donde dicen pues así nuestros compañeros y compañeras: si existiera en México un gobierno que obedece, México sería diferente.
Cuando discutimos con nuestros compañeros autoridades, o sea los comisariados, comisariadas, agentes y agentas, hablan lo que en México se habla y se dice que es el Congreso de la Unión, que son los diputados y senadores que dicen que son los representantes del pueblo, y esas compañeras y compañeros autoridades se hacen la pregunta: ¿cuándo nos han consultado de las leyes que hacen? Se hacen la pregunta, por ejemplo, cuando Carlos Salinas de Gortari cambió el Artículo 27, de lo que nuestro general Emiliano Zapata logró meterlo en la ley constitucional de que la tierra no se vende ni se renta. Salinas, junto con los senadores y diputados cambiaron ese artículo, donde diga que la tierra se van a hacer propietarios, se van a hacer dueños, y que pueden decidir lo que quieren hacer con la tierra. Diciendo así que ya se puede vender y rentar.
La pregunta que se hacen nuestros compañeros y compañeras autoridades: ¿cuándo nos preguntaron eso? Es ahí donde dicen: no sirven para nada esos diputados, diputadas, senadores o senadoras que están ahí. No representan al pueblo de México porque nunca nos preguntan, nunca nos consultan. No creemos que los obreros también les consultan la ley que necesitan.
Hablar de la autonomía parece sencillo, pero no es cierto. Los discursos se escuchan muy bonito, en la práctica es otra cosa. Es como, por ejemplo, hay muchos escritores, intelectuales, como dicen —o se dicen—, hay libros que tiene escrito sobre autonomía. Quién sabe, a lo mejor tienen el 2 o el 5 por ciento de lo que más o menos se toca ahí sobre autonomía. El 95 por ciento les falta.
Para poder hablar de autonomía, hay que vivir en donde se está haciendo. Para descubrir, para ver y conocer más cómo es esto. Porque van a ver cómo es que va y viene de la forma, de cómo se hace en práctica lo que es la democracia, la decisión que se toma.
Las palabras del Teniente Coronel Moisés y el Subcomandante Marcos que se publican aquí son parte de los mensajes dirigidos por ellos en la comunidad La Garrucha a la Caravana nacional e internacional de observación y solidaridad con las comunidades zapatistas, en agosto de 2008.