Usted está aquí: lunes 24 de marzo de 2008 Gastronomía Cedió México a EU control sobre el tequila

Cedió México a EU control sobre el tequila

Acuerdo comercial generó gran ventaja a empresas estadunidenses en envasado y ventas

Tania Molina Ramírez

Ampliar la imagen La tendencia en Estados Unidos es a consumir tequila de cada vez mejor calidad: los mercados de tequila "alto" y "súper" crecen más rápido que los otros, afirma David Ozgo, del Consejo de Bebidas Espirituosas Destiladas de ese país La tendencia en Estados Unidos es a consumir tequila de cada vez mejor calidad: los mercados de tequila “alto” y “súper” crecen más rápido que los otros, afirma David Ozgo, del Consejo de Bebidas Espirituosas Destiladas de ese país Foto: Arturo Campos Cedillo

México cedió el control del tequila a empresarios del país que es su mayor mercado de exportación: Estados Unidos, y se ha convertido cada vez más en maquilador de su propia bebida emblemática.

Las elevadas cifras de producción y venta de la industria tequilera no se han reflejado en prosperidad para la región con denominación de origen, que es Jalisco y parte de Michoacán, Tamaulipas, Nayarit y Guanajuato.

Esto se debe, según los especialistas, a que más de la mitad del mercado mexicano y de exportación está en manos de compañías extranjeras, además de que parte de ganancias se las quedan envasadoras en Estados Unidos.

El año pasado, por primera vez, Estados Unidos rebasó a México en volumen de ventas de tequila, según reportó Euromonitor International Inc.

La historia que desemboca en una pérdida del control mexicano sobre su bebida comenzó en enero de 2006, cuando se firmó un acuerdo en materia de tequila entre la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos y la Secretaría de Economía de México, el cual sentó las bases para que esa nación maneje el envasado y comercialización del tequila en aquel país. México perdió su derecho a supervisar qué se comercializa en Estados Unidos bajo el nombre de “tequila”. También perdió el derecho a decidir que todo lo que salga del país sea envasado de origen.

A diferencia de otros países, como Francia, que no permiten que una bebida con denominación de origen se envase en el extranjero, el acuerdo establece que se podrá exportar a granel y que las autoridades del país vecino serán las encargadas de supervisar el envasado del tequila.

El acuerdo

Hasta 2003 estaba permitido envasar tequila en el extranjero. Ese año las autoridades mexicanas propusieron que sólo pudiera ser envasado en México. La industria estadunidense reaccionó y dijo que no lo permitiría. Comenzaron casi tres años de negociaciones entre representantes gubernamentales de ambos países.

Finalmente, el 17 de enero de 2006 se firmó el acuerdo entre la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos y la Secretaría de Economía de los Estados Unidos Mexicanos sobre el comercio del tequila (www.ustr.gov/assets/World_Regions/Americas/asset_upload_file318_8764.pdf).

El acuerdo suscrito por el entonces titular de Economía, Sergio García de Alba (economista jalisciense y empresario del ramo restaurantero), estipula que esa dependencia se cerciorará de que ninguna medida prohíba o restrinja la exportación o venta para la exportación del tequila destinado a envasarse en Estados Unidos, así como que ninguna medida regule el etiquetado o la comercialización del tequila fuera de México.

México aceptó no tener derecho a realizar inspecciones a las envasadoras. Tampoco puede adoptar ninguna medida correctiva o punitiva contra envasadores en Estados Unidos “con respecto a cualesquiera actividades que ocurran ahí, motivada por una presunción de incumplimiento con la norma oficial mexicana del tequila”.

Según se lee en el anexo 1 del acuerdo, las industrias de bebidas espirituosas destiladas de Canadá (representada por la Asociación de Destiladores Canadienses), Estados Unidos (el Consejo de Bebidas Espirituosas Destiladas, la Asociación del Foro de Presidentes de Comercio y la Alianza de los Importadores de Tequila a Granel) y México (la Cámara Nacional de la Industria Tequilera) estuvieron de acuerdo con los términos del convenio y reconocieron “que el etiquetado y la comercialización del tequila y la formulación, etiquetado y comercialización de los productos que contienen tequila están regidos por las leyes del país de importación y venta, enfatizando que las leyes locales representan la única base para regular el uso del tequila cuando es usado como ingre- diente en los productos especializados de bebidas espirituosas destiladas”.

Las industrias recomiendan que México tenga un representante (en Estados Unidos) que desarrolle un meca- nismo de certificación adecuado para verificar “que las instalaciones sean adecuadas para almacenaje, proceso y envasado del tequila, seguro y efectivo, y de que existen sistemas de control de calidad adecuadas para asegurar que el tequila sea envasado sin riesgo de contaminación o adulteración”.

Como resultado del acuerdo, México no tiene control sobre lo que se consume bajo el nombre de tequila en el exterior. Los productores mexicanos no se benefician de las ganancias y el auge del tequila; en cambio, los envasadores y comercializadores en Estados Unidos sí.

Para el especialista Salvador Gutiérrez, autor de la obra fundamental del tema, Tequila: mitos y realidades, el acuerdo implica que se vendió “la gallina de los huevos de oro y, con ella, parte del alma (de México), de su ser, por tratarse de un producto emblemático de la mexicanidad, un legado inherente a la historia y la cultura de México”.

De hecho, argumentaron diversos especialistas, muchas de las decisiones relacionadas con esta industria, estrechamente vinculada con la identidad mexicana, ahora son tomadas por extranjeros.

Estados Unidos es el principal mercado de exportación: el año pasado, 35 por ciento de la producción total de tequila se destinó a ese país.

Según cifras del Consejo Regulador del Tequila (CRT), en total se produjeron 284.2 millones de litros. Se exportaron 135.1 millones, de los cuales 100.9 millones se destinaron a Estados Unidos. Del total exportado, 78 millones fue a granel.

Ana Valenzuela y Alejandro Macías, investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y reconocidos especialistas del tema, advierten: “Hoy, salvo Cuervo, Orendain y Corralejo, las grandes empresas de tequila son propiedad total o parcial de grupos extranjeros, que controlan cerca de 70 por ciento del mercado mexicano y más de la mitad del mercado de exportación”.

Criterios extranjeros atentan contra la cutlura

Gutiérrez mencionó una cifra mayor: 82 por ciento de la producción total es realizada por empresas extranjeras. Por ningún motivo es justificable, plantea el investigador, “que extranjeros con criterios estrictamente mercantiles atenten contra la historia y la cultura de un pueblo”. Resulta “más lacerante cuando eso ocurre a cambio de migajas que reciben unos cuantos chacales enajenados que vendieron y siguen vendiendo la gallina de los huevos de oro, patrimonio nacional. En pleno siglo XXI, una nítida metáfora del síndrome insuperado del canje de espejitos por oro”.

En cambio, Ramón González Figueroa, director general del CRT, opinó, en entrevista telefónica con La Jornada, que el mercado, no el acuerdo, marca la pauta, y que hay una tendencia a que se incremente la exportación de tequila envasado de origen, porque cada vez lo pide más el consumidor estadunidense.

De hecho, David Ozgo, economista en jefe del Consejo de Bebidas Espirituosas Destiladas de Estados Unidos, la principal asociación estadunidense de productores y comerciantes de bebidas espirituosas destiladas, dijo a La Jornada, vía telefónica, que se registró un incremento de 4.2 por ciento en el volumen de ventas de tequila en 2007, cuando el promedio fue de 2.4 por ciento para las bebidas espirituosas en Estados Unidos. Confirmó que la tendencia es a consumir tequila de cada vez mejor calidad: los mercados de tequila “alto” y “súper” crecen más rápido que los otros (8.1 por ciento y casi 15 por ciento, respectivamente), informó Ozgo.

González Figueroa también argumentó que el acuerdo “sirvió para que se estén verificando los 78 millones de litros a granel” que se envían a Estados Unidos. Opinó que es favorable que se haya creado un registro de envasadores autorizados y que los envasadores tengan que realizar reportes trimestrales sobre qué hicieron con su producción.

Semestre crucial

González Figueroa destacó que por primera vez el CRT cuenta con laboratorios autorizados en Estados Unidos, y que por lo tanto este semestre (enero-junio 2008) va a ser fundamental en lo que se refiere a la revisión de lo qué llega a los anaqueles. Añadió que el año pasado el CRT denunció tres marcas y ahora está a punto de denunciar un par más (no quiso especificar).

“Tenemos la seguridad de que hay un margen muy estrecho de prácticas desleales y que contamos con mecanismos de detección sólidos”, dijo el director general del CRT.

Por su parte, Fernando González, director general de Tequila 7 Leguas (pequeña empresa familiar de mucho prestigio, que elabora tequila artesanal de alta calidad y tiene 56 años de experiencia), si bien respalda la posición de que se debe envasar de origen, dijo en entrevista que “las dos posiciones son entendibles: mientras el CRT verifique, hay seguridad para el consumidor”.

Distintos nichos

Tequila 7 Leguas es exportado a Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña. González opinó que la bebida que se envasa en Estados Unidos y es más barata no afecta al 100 por ciento agave, que es más caro, ya que “son nichos muy distintos”.

La Jornada buscó a la Secretaría de Economía para que opinara respecto del acuerdo, sin que a la fecha de esta edición haya obtenido respuesta.

¿Por qué no conviene la exportación a granel?

Salvador Gutiérrez explicó: no contribuye al erario (la exportación de la bebida a granel está exenta de impuestos) y desde 1982 se envasa más tequila en el extranjero, lo que convierte a México en país maquilador.

Se pierde el valor agregado

Además, México pierde el valor agregado y su derrama económica en las industrias proveedoras del tequila envasado de origen, siguió el especialista.

Por otro lado, el mercado repercute negativamente en el consumo de agave mexicano (la fórmula del tequila que se exporta a granel utiliza la mitad de la materia prima), propicia la adulteración (el tequila a granel sale de México a 55 grados y se rebaja y se reformula en el extranjero) y propicia que se envase con marcas ajenas a la cultura mexicana, “muchas ofensivas a la dignidad del mexicano”.

También explicó que las marcas extranjeras que se reformulan a partir del tequila a granel exportado generan una competencia desleal al auténtico mexicano envasado de origen (ambos productos llamados “tequila” ostentan la misma certificación otorgada por el CRT) y restan utilidades (utilidad promedio por litro de tequila a granel: 10 pesos; utilidad promedio por litro de tequila exportado envasado de origen: 200 pesos).

 
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