Marchas en el País Vasco contra la ruptura de la tregua por la organización armada

Será "implacable" con ETA si ese grupo ataca, advierte Rodríguez Zapatero

Cientos de personas protestan en Elgoibar contra el encarcelamiento de Arnaldo Otegi

ARMANDO G. TEJEDA

Madrid, 9 de junio. Varias marchas realizadas en el País Vasco evidenciaron este sábado el clima de confrontación que se vive tras la ruptura de la tregua por parte de la organización armada ETA, mientras el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió que será "implacable" ante cualquier amenaza de atentados.

En Bilbao -País Vasco, norte- y Pamplona -Navarra, norte-, miles de personas, respaldadas por la mayoría de los partidos políticos, se manifestaron en silencio para exigir la desaparición del grupo independentista y reclamar su derecho a vivir en paz, e insistir en la palabra, la razón y el voto como "única opción democrática".

Mientras, en la localidad guipuzcoana de Elgoibar, cientos de personas se concentraron para denunciar la detención y encarcelamiento del líder de la izquierda abertzale y vocero de la ilegalizada coalición separatista Batasuna, Arnaldo Otegi, quien estaba llamado a ser uno de los interlocutores clave del fallido proceso de pacificación del histórico conflicto.

La organización civil Gesto por la Paz, ajena a la lucha partidista y que lleva años luchando por la pacificación en la región, convocó a las dos manifestaciones en Bilbao y Pamplona para mostrar un "grito de unidad de la ciudadanía" frente al retorno a la lucha armada de ETA, que desde el pasado miércoles decretó "todos los frentes abiertos" para futuros atentados.

Ambas movilizaciones se realizaron en silencio y bajo el lema "Es nuestro derecho, paz y libertad, ETA no", a la que acudieron por primera vez en años representantes de la mayoría de las organizaciones políticas, incluido el derechista Partido Popular (PP), el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y otras formaciones regionales como el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Eusko Alkartasuna, Ezker Batua y Nafarroa Bai, además de representantes del gobierno vasco.

A las movilizaciones acudieron varios miles de personas, de todas las tendencias ideológicas, que se congregaron para exigir a la organización etarra que "no ponga la mano encima de nadie, ya que todos los ciudadanos vascos estamos con la palabra, la democracia, la dignidad, la vida y la libertad. Es nuestro derecho".

Asimismo, se exigió al grupo armado que deje al País Vasco vivir en "paz y libertad", al tiempo que demandaron su "inmediata desaparición" y advirtieron a quienes los respaldan que "tienen la inmensa responsabilidad de continuar siendo el soporte social de que se nutre el terror, así que en sus manos está acabar con él".

En contraste, centenares de manifestantes afines a la izquierda abertzale denunciaron en Elgoibar la detención el pasado jueves del líder de Batasuna, Arnaldo Otegi. Afirmaron que el gobierno central pretende "aniquilar" a la izquierda nacionalista para "ahogarla en un proceso de rendición".

El dirigente vasco Joseba Permanch señaló que "no es casualidad que Otegi haya sido encarcelado tras el fin del alto el fuego: "(Rodríguez) Zapatero y el gobierno lo que han hecho es encarcelar a la persona que ha llevado esa propuesta a la mesa, eso es lo que han hecho y eso es lo que ha quedado claro ante la sociedad vasca".

El presidente del gobierno español recibió en Madrid el respaldo de su partido, el PSOE, en la nueva etapa que se abre tras la ruptura del alto el fuego decretada por los etarras, máxime cuando ésta se produjo a un año de las elecciones generales con las que aspira a la relección.

Aseveró que será "implacable" ante la amenaza de nuevos atentados de ETA y volvió demandar la unidad de todos los partidos democráticos, con especial atención en el derechista PP, el único que estuvo en contra del proceso de paz y que se niega a respaldar al gobierno en su política con respecto al grupo armado vasco.

"Si los demócratas no están dispuestos a pagar un precio político por el fin de la violencia, tampoco deben pagar el precio de la desunión", afirmó Rodríguez Zapatero. Advirtió que ETA "tendrá que doblegarse ante la democracia porque no tiene otra salida, no tendrá otro final".

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, señaló que "la sociedad vasca está harta de ETA porque son muchas décadas soportando la intolerancia de un grupo que pretende imponer un proyecto político que no puede llevar a cabo a través de los votos, y que lo quiere hacer mediante la violencia".