Usted está aquí: jueves 8 de febrero de 2007 Gastronomía Desde 2001, Kolobok ofrece los sabores extremos de Rusia

Sirven comida casera típica, difícil de hallar en ese país

Desde 2001, Kolobok ofrece los sabores extremos de Rusia

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen Vasily Leonov muestra la sopa borsch, una de sus especialidades Foto: José Carlo González

En la comida rusa tradicional predominan los sabores fuertes, extremos: de lo salado a lo dulce, de lo hirviente a lo helado, de lo crudo a lo muy cocido, expresó Vasily Leonov, quien con su familia administra los restaurantes Kolobok, cuya matriz está en la colonia Santa María la Ribera y su sucursal en la Letrán Valle.

En el primero de los negocios ­Salvador Díaz Mirón 87, esquina Doctor Atl­, atendido por Vasily y Vladimir Leonov, ofrecen una carta con desayunos, comidas y cenas, así como platillos para llevar y servicio a domicilio.

"Llegamos de Rusia hace casi cinco años. Ibamos a Canadá, pero no nos dieron la visa y nos quedamos aquí. Estudié gastronomía cuatro años", expresó Vasily en entrevista.

"Mi mamá ­agregó­ es cocinera de toda su vida. Los ingredientes básicos son casi los mismos que se usan aquí, como la papa, la zanahoria, la carne de res y la de cerdo.

"La comida es muy condimentada y las ensaladas suelen ser muy dulces, y no hay nada de picante, a menos que se pase de pimienta. Es una gastronomía sencilla. He leído algo de historia y sé que tal vez las empanadas son lo más auténtico.

"Ya hay mucha fusión, sobre todo por la influencia europea. Estamos aquí desde abril de 2002; vamos para cinco años. Los desayunos, como en casi todo el mundo, son a base de huevo. Hay sopas que son únicas, algunas llevan carne, verduras, arroz o espagueti. En Rusia no hay caldos", acotó.

En la carta se cita a Iván Pavlov, con una nota que, según Vasily, define la idea del negocio: "La alimentación es el antiquísimo nexo que une todo lo viviente, incluido el hombre y la naturaleza que nos rodea".

"Aquí se sirve, sobre todo, comida casera, que ni en Rusia se puede hallar en la actualidad, quizá sólo se pueda saborear en las fiestas."

Hay reminiscencias de banquetes de la Corte, de la sabrosa unión de Oriente y Occidente. De las ensaladas puede probarse la shuba, en capas, con atún, cebolla, papa y betabel, y la mimosa, con nueve ingredientes; es la tradicional rusa.

La sopa de mayor demanda es la de albóndigas, seguida por otras como la borsch, con verduras, betabel, carne de res y crema, y la rassolnik, hecha con cebada y verduras.

Se cuecen aparte, en tanto que platos especiales, el platillo de rebanadas de pescados fritas; el palmení ­ravioles de carne molida­, muy completo, a 60 pesos, y el befstróganov, que son brochetas de res.

Para los que llegan con mucha hambre se recomienda el gulyash, que son brochetas de carne de cerdo, o el plof, arroz con brochetas de carne de res.

Las empanadas son una especie de comida rápida. Algunos asiduos las piden para llevar, pero comerlas in situ "es mejor": emanan vapor. Las hay saladas, como las de carne molida, espinacas, queso o papa; o dulces, como las de manzana, chocolate o zarzamora.

Para "el brinco", tienen los típicos refrescos o el kompot, ponche de frutas secas que se sirve frío. En la matriz ya sirven vinos. En la sucursal de Letrán Valle aún no, pero se puede degustar el shashlyk, auténtico platillo ruso a base de carne al carbón.

"Desde que abrimos comenzó a llegar gente de todas partes de la ciudad. También vienen rusos, aunque pocos, porque la comunidad que radica aquí no es grande. La mayoría de los clientes son mexicanos.

"El embajador ruso no ha venido aún. Otros empresarios han intentado echar a andar restaurantes de comida rusa, pero han fracasado. Quedan otros dos; no son nuestra competencia porque tienen otro tipo de comida, otro concepto."

Mantendrán la carta, precisó, porque "tenemos clientes para cada platillo. Siempre piden el mismo y no quieren probar algo diferente".

Kolobok es un personaje imaginario, algo así como una caricatura, una bola de harina o masa que se ríe.

El horario de servicio es de 10 a 20 horas, en la matriz (teléfono 5541-7085); en la sucursal cierran un poco más tarde (5604-4091). Informes: www.kolobok.com.mx

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.