Usted está aquí: domingo 2 de abril de 2006 Política Aumentan las desavenencias entre los narcos de Colombia y México

Miembro del cártel de Sinaloa testifica que el tráfico de estupefacientes ha disminuido

Aumentan las desavenencias entre los narcos de Colombia y México

GUSTAVO CASTILLO GARCIA

Los narcotraficantes colombianos desconfían de los capos mexicanos y ahora entregan sus cargamentos a quien pague de manera inmediata la droga, aunque estén pactados con anterioridad para una organización determinada, reveló a la Procuraduría General de la República (PGR) un colaborador del cártel de Sinaloa que dirige Joaquín El Chapo Guzmán Loera, y que fue detenido el pasado 29 de marzo durante una serie de cateos que el Ministerio Público realizó en la zona de Zapopan, Jalisco.

Noé Ramírez Mandujano, titular de la Unidad Especializada en Delitos contra la Salud, dio a conocer en conferencia de prensa la detención de cinco integrantes de la organización que dirige Ignacio Nacho Coronel, uno de los más importantes operadores del cártel de Sinaloa.

"Uno de los detenidos refiere haber trabajado durante cinco años para Nacho Coronel. Afirmó que últimamente el tráfico de drogas ha disminuido porque se ha vuelto difícil, debido a que se les ha copado el paso", dijo Ramírez Mandujano.

Agregó que los narcotraficantes mexicanos ya no garantizan que los envíos de droga serán recibidos en territorio estadunidense, como tampoco son socios con capacidad de pago, por lo que "están entregando los cargamentos al mejor postor y al que garantice el pago inmediato".

Indicó que Juan Carlos Martínez Hernández, uno de los detenidos en Zapopan, declaró ministerialmente que los cárteles colombianos ya "no trabajan sólo para una organización mexicana, y aun cuando hacen un trato, no existe lealtad para con ellos".

La captura de Jessica Jáuregui Corro, Juan Carlos Martínez Hernández, Oscar Ernesto Venegas Barbosa, Abraham Guerra González y Antonio Avila Bautista podría constituir un fuerte golpe para la organización de Nacho Coronel, ya que supuestamente durante los cateos no sólo se decomisaron 14 paquetes de dólares de 14 centímetros de alto cada uno, que hasta el momento no han sido cuantificados, sino también información que serviría para "cerrar el paso al líder del grupo".

Según el titular de la Unidad Especializada en Delitos contra la Salud, las autoridades federales "andan pisando los talones" a Nacho Coronel, y por ello "se tiene que andar escondiendo, porque sabe que la gente que tenemos detenida nos puede llevar a su ubicación."

Nacho Coronel es uno de los líderes del narcotráfico surgido en los años 80, y hasta 1997 fue cercano al extinto Amado Carrillo Fuentes, líder del cártel de Juárez. Sin embargo, tras la fuga del penal de Puente Grande del Chapo Guzmán, tanto Nacho Coronel como otros líderes del cártel de Juárez se aliaron con el de Sinaloa.

A últimas fechas, uno de los contactos que abastecía de cocaína colombiana a Nacho Coronel era Otto Herrera, un narcotraficante guatemalteco que fue detenido por la PGR en abril de 2004 y se fugó del Reclusorio Sur en mayo de 2005.

Según la información proporcionada por la PGR, la detención de los cinco integrantes del cártel de Sinaloa también estaría vinculada con la captura de igual número de personas, pero que colaboraban con el cártel del Golfo en la zona de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, y que están relacionados con las narcofosas localizadas en días pasados en esa zona.

 
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