Preveían un aumento de hasta 5%en las ventas; esperan 2006 con optimismo
Cierran año los restauranteros con un crecimiento de 3%: Canirac
La supresión del deducible, Stan y Wilma, más la inseguridad, principales factores de la situación en el gremio, señala la vicepresidenta de afiliación nacional del organismo
Ampliar la imagen Modelos pisan uvas durante un festival tradicional en Bombay, India, del sello Chateau Indage, el cual es uno de los productores m�grandes de Asia, con 32 variedades de vino FOTO Ap Foto: Ap
La industria restaurantera de México no creció en 2005 como se preveía, pero en 2006 "esperamos que lo haga en 4 por ciento", expresó la vicepresidenta de afiliación nacional de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Mireya Ruiz.
Las reservaciones en negocios de comida en estos días tienen altibajos, "aunque a la mayoría le va bien; es más, entre restauranteros decimos que ojalá fuera Navidad cada tres meses. Estamos cerrando con un incremento en las ventas de aproximadamente 3 por ciento. Esto no fue malo, pero pensábamos que iba a ser de 4 y hasta 5 por ciento.
"Desde hace cinco años traemos este porcentaje de crecimiento, que es bajo, pero así está el país. No hemos recuperado los niveles y estamos por debajo de lo que perdimos. En esto tiene que ver la crisis económica, los huracanes en los sitios turísticos; en el Distrito Federal pega la inseguridad. Hubo un crecimiento, pero no el esperado."
Mireya Ruiz también es propietaria de tres restaurantes: El Arrebato (cocina italiana), La Tía Yeya (tipo fonda de comida mexicana) y El Mero Mero (marisquería).
Obstáculos para el gremio
Señaló como factor que dificulta mantener con vida un negocio la supresión del deducible de las comidas en restaurantes. "Eso fue un golpe muy duro, pues desde entonces las comidas de negocios ya no se pueden deducir. Esa es una pelea continua. La inseguridad, sin duda, afecta. Y la crisis, pues la clientela que no tiene dinero extra deja de ir a restaurantes.
"Eso es en todos los niveles, pues la gente que antes iba a una fonda ahora se lleva algo de comer en un recipiente. Hay cierre de negocios nuevos, pues tardan mucho en acreditarse. De cada 10 negocios que abren al año cierran tres o cuatro, aunque obviamente abren otros.
"Esa situación es pareja, independientemente del tipo de comida. La crisis nos pega a todos. Hay restaurantes de moda que siempre están llenos. La gente dice que qué bien está la industria, pero son sólo unos cuantos en realidad", precisó.
Aclaró que los costos no se elevan por el precio de la materia prima, pero sí por "los energéticos. Eso no lo podemos pasar a nuestro precios, sino que lo vamos agarrando de las utilidades. Es el pago por la luz y el gas".
-¿Qué hace la Canirac al respecto?
-Cabildea con diputados y senadores, con autoridades de la Secretaría de Economía, de Hacienda y del Seguro Social. Buscamos consensos. Sobre el tema de la deducibilidad no hay nada que hacer. Somos 25 mil afiliados a escala nacional, pero representamos a todos, como en el caso del impuesto suntuario, que logramos quitar para todos.
"En el aspecto de los restauranteros afiliados del sureste, y que resultaron afectados por los huracanes Stan y Wilma, la recuperación va lenta. Los más afectados fueron, sobre todo, los pequeños negocios. Algunos comerciantes de playa, como los de Cozumel, lo perdieron todo.
"Ellos quizá no tienen una póliza de seguro. Los hoteleros se defienden porque son negocios más grandes."
-¿Cómo se avecina 2006?
-Hay optimismo. Prevemos que vamos a tener un crecimiento de 4 por ciento. Creemos que los afectados en el sureste van a tener que esperar más. Hicimos un acto en el Zócalo para recabar dinero para apoyarlos.
El sueño de muchas personas con afanes empresariales es tener un restaurante y vivir de él, pero se enfrentan con que no es tan fácil. Aconsejó: "De repente la gente hace cuentas muy alegres, pero no toman en cuenta, las nóminas, la luz, el teléfono, el gas... Recomendaría que se capacitaran para que tengan bases. Es bueno que sepan que a lo mejor los seis primeros meses no llegan a un punto de equilibrio y deben tener un capital para resistir.
"La mayoría cierra a los seis meses porque se quedan sin capital. Y ahí es cuando se cierran los negocios. Lo que se puede vender no posibilita recuperar lo invertido. Se pierden patrimonios familiares", dijo quien lleva 14 años en el medio.
Ha visto pasar mucha gente. "He pasado crisis, como la de 1994. Seguimos vivos y creciendo, pero a quienes quieran entrar al negocio les digo que en la Canirac se ofrecen cursos y diplomados de administración de restaurantes (teléfono 5999-4970)."