Agresión del dueño de aerolíneas Azteca a empleados

Trifulca en aeropuerto del DF

Unos 15 golpeadores encabezados por Leonardo Sánchez Avalos, propietario de Líneas Aéreas Azteca, pretendieron impedir por la fuerza la celebración de una manifestación que un grupo de trabajadores de esa empresa llevaba acabo en el ambulatorio principal del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Los empleados denunciaban las "agresiones laborales" de la aerolínea.

A las 13 horas, tanto Sánchez Avalos como Pablo Esquivel, El Moch -presunto líder sindical-, ya esperaban a los inconformes en los mostradores de la aerolínea. Una vez que vieron avanzar la columna, varios individuos que rodeaban al dueño de la empresa se comunicaron por celulares con otros agresores.

Cuando los manifestantes llegaron a este punto, el empresario y sus seguidores se fueron sobre los trabajadores y trataron de arrancarles las mantas y carteles que portaban. Los agredidos se resistieron y comenzó el forcejeo; sin embargo, los agresores no lograron su objetivo.

-Señor, ¿por qué agrede a sus trabajadores?

-A usted qué le importa... bola de agitadores.

-Se que quejan de terrorismo laboral y de que se violan cláusulas de su contrato de trabajo.

-¿Usted quién es para interrogarme?

-Soy reportero de La Jornada.

-¿Sí?, muéstreme su credencial.

-Esta es.

-Eso para mí no cuenta, lo que pasa es que usted es un provocador.

En ese momento los guardaespaldas de Sánchez Avalos comenzaron a insultar a este reportero y a agredirlo con golpes en las costillas, a la vez que trataron de quitarle la grabadora.

-¿Cuál es su cargo en las aerolíneas Azteca?

-Soy el dueño de la empresa.

-¿Cuál es su nombre?

-No se lo voy a decir.

Posteriormente, Sánchez Avalos se retiró junto con su gente para situarse tras los mostradores de la compañía.

La trifulca provocó la movilización de elementos de la Policía Federal Preventiva, la Policía Auxiliar, del cuerpo de Reacción Rápida de la Secretaría de la Defensa y de la comandancia del propio aeropuerto, entre otras corporaciones, que rodearon a los trabajadores para protegerlos de la agresión.

Los trabajadores se quejan del sindicato "impuesto" por el dueño, despidos injustificados, falta de pago y de firmar reportes de supuesto mantenimiento a los aviones que nunca se ha llevado a cabo.

Triunfo Elizalde