México D.F. Viernes 10 de diciembre de 2004
Protestas de sectores nacionalistas en Mondragón
Vítores y críticas a Juan Carlos y Sofía
en visita al País Vasco
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 9 de diciembre. La cuarta visita al País
Vasco en lo que va del año de los reyes de España, Juan Carlos
y Sofía, provocó otra vez sensaciones contrarias: por un
lado fueron vitoreados y recibidos con honores por las autoridades autonómicas
y cientos de personas, pero también fueron objeto de protestas nacionalistas.
Es
difícil que una visita de los monarcas al País Vasco transcurra
sin incidentes, co-mo ha ocurrido en las últimas, que han despertado
una serie de protestas y hasta airada reacción de Juan Carlos en
una de ellas, cuando les enseñó a los manifestantes "el dedo
real" a manera de insulto.
Y hoy, en Mondragón, los reyes celebraron distintos
actos para reconocer el afán innovador y emprendedor de los empresarios
vascos, e inauguraron una serie de fabricas bajo la permanente compañía
del presidente del gobierno vasco, el nacionalista moderado Juan José
Ibarretxe.
La llegada de los reyes españoles a Mondragón
congregó por un lado a un centenar de personas que los aplaudieron
y vitorearon, si bien las protestas y reivindicaciones también se
hicieron notar.
Primero empezó a sonar a todo volumen desde un
edificio cercano al lugar de la recepción el Eusko Gudariak
(el himno del guerrero vasco), al tiempo que criticaban la actitud de los
monarcas y denunciaban la postura del gobierno español en torno
al conflicto en esa autonomía.
Asimismo, en varios balcones y ventanas se colgaron ikurriñas
(banderas vascas) y pancartas exigiendo el acercamiento de los presos vascos
a cárceles de la región.
Algunos vecinos criticaron la visita de los reyes a Mondragón,
localidad de mayoría abertzale (nacionalista), al considerar
que es "una provocación" y "humillación" para los líderes
de la ilegalizada coalición de izquierda independentista Batasuna.
Durante las protestas hubo algunos incidentes violentos,
fueron volcados varios contenedores, se tiraron piedras contra el edificio
de los juzgados y se rompieron los cristales de varios coches estacionados.
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