Teme que se esclarezcan ante la opinión pública los hechos de Tláhuac, afirma

Arrebatada, la decisión de Fox: Ebrard

Va por la confrontación, advierte Comparecía ante diputados cuando conoció la noticia

RAUL LLANOS SAMANIEGO, MIRNA SERVIN VEGA Y BERTHA TERESA RAMIREZ

Minutos después de conocer su remoción de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) local, Marcelo Ebrard consideró que el presidente Vicente Fox tomó una "decisión política arrebatada", que enrarece el clima político, va por la "línea de una confrontación" y evidencia que el gobierno federal "quiere impedir" que se esclarezcan ante la opinión pública los hechos ocurridos en Tláhuac. "Ese es el temor del Presidente", aseveró.

En una improvisada conferencia de prensa que ofreció luego de cancelarse intempestivamente su comparecencia ante diputados locales, para quienes detallaba los hechos ocurridos en San Juan Ixtayopan y el papel que jugaron los elementos de la SSP y de la Policía Federal Preventiva, Ebrard reveló que el Presidente nunca lo llamó para pedirle explicación alguna de lo que pasó en Tláhuac, además de que la investigación que realiza el propio gobierno federal no ha concluido y ni siquiera lo ha llamado a comparecer a él o a mando alguno de la SSP.

Aseguró que su cese fue en el momento en que empezaba a explicar públicamente qué ocurrió aquel 23 de noviembre. "A lo mejor porque tiene miedo a lo que tengo que decir, a lo mejor porque la verdad de los hechos va a provocar muchos problemas al gobierno federal."

Durante la conferencia, en la que no aceptó preguntas, Ebrard manifestó que Fox decidió seguir el "curso político", con la intención de "tratar de culpar al Gobierno del Distrito Federal de lo acontecido".

En vez de informarse, dijo, de concluir las investigaciones que él mismo ordenó, y dar explicaciones públicas por medio de su propio secretario, Ramón Martín Huerta, "como lo estoy haciendo hoy aquí", el presidente Fox "tomó una decisión política arrebatada y sobre la base de colocarle al Gobierno del Distrito Federal la responsabilidad de hechos que él sabe perfectamente bien que no es el caso".

La decisión enrarece el clima político

Lamentó insistentemente esa decisión política, pues enrarece el clima político al determinar su remoción, mientras el secretario de Seguridad Pública federal, "que ni siquiera se presentó" en la escena del linchamiento, sigue en su cargo. "Entonces es parcial."

Al leer el oficio presidencial que le giraron, el hasta ayer responsable de la policía capitalina resaltó que ahí no se le explican ni fundamentan las razones de su remoción, lo que revela que es "simplemente el manotazo sobre el escritorio".

Incluso, consideró que el Ejecutivo federal, ante el "temor" de que se conociera la verdad del linchamiento, optó por tomar esa decisión justo en el momento en que hablaba ante los legisladores locales sobre ese caso, y sin siquiera haber llamado al jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador.

Luego cuestionó: "¿en qué ámbito institucional, en qué país, en qué régimen puede el Presidente de la República, es decir, el jefe del Estado y del gobierno, tomar una decisión tan delicada y ni siquiera informarle previamente al jefe de Gobierno del Distrito Federal?"

De ahí que en su opinión "esto va en contra de la responsabilidad que tiene el Presidente con todos los habitantes de la ciudad de México". Después dio por concluida su conferencia y se retiró sin responder ningún cuestionamiento de los medios de comunicación.

Tras el anuncio, el periplo

Luego de retirarse del recinto de la ALDF, poco antes de las tres de la tarde el ahora ex funcionario arribó a las instalaciones de la SSP, donde extraoficialmente se supo que se reunió brevemente con los subsecretarios y otros altos mandos, para después dirigirse a un encuentro con López Obrador en el domicilio particular de éste, ubicado en la colonia Copilco.

Ebrard fue acompañado no sólo por su grupo de escoltas, sino por algunos medios de comunicación, que siguieron paso a paso el recorrido del ex secretario.

Después de las cinco de la tarde, Marcelo Ebrard salió de la reunión y dijo sentirse apoyado por el jefe de Gobierno, ya que éste le ofreció colaborar en otra área de la administración capitalina.

Indicó que informó al mandatario local que fue este lunes cuando recibió el oficio de remoción de su cargo.

Agregó que ahora lo que procede conforme a la ley es que uno de los subsecretarios se haga cargo del puesto en tanto se nombra al próximo secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal.

Señaló que su obligación en esos momentos era hablar con los mandos de la secretaría y garantizar que todo esté en orden, en tanto se resuelve quién se quedaría al frente de la dependencia.

"Lo más importante es garantizar el funcionamiento de los cuerpos de seguridad, porque como el Presidente no avisó al jefe de Gobierno sobre la remoción, es necesario garantizar el funcionamiento de la policía."

Sobre su remoción indicó que se está midiendo con diferentes varas a los dos secretarios de Seguridad Pública (local y federal), "a lo mejor porque yo no soy su amigo ni soy de su partido", indicó.

En tanto, en el gobierno capitalino hubo total hermetismo y ningún funcionario quiso hablar al respecto; aunque en un principio la Dirección de Comunicación Social había informado que se podría emitir una postura por la noche, más tarde se informó a los medios de comunicación que no habría ninguna información y que sería hasta este martes cuando López Obrador haría pública su posición durante su conferencia de prensa de las 6:15 de la mañana.

Por la noche trascendió que de los tres subsecretarios de la SSP, Gabriel Regino se haría cargo de la dependencia durante el lapso de 72 horas que fijó Vicente Fox para que el jefe de Gobierno del Distrito Federal presente una propuesta para sustituir a Ebrard.

Esto, luego de que todos los mandos policiacos regionales y sectoriales se reunieron en el auditorio del edificio sede de la dependencia capitalina, ubicada en Liverpool 136, colonia Juárez.

Ebrad asumió el cargo de jefe de la policía capitalina en febrero de 2002, en sustitución de Leonel Godoy, quien se incorporó al gobierno de Michoacán.

Confirma el jefe de la policía del gobierno federal la separación de otros 8 elementos

El almirante Figueroa salió de PFP por la puerta de atrás

JESUS ARANDA

José Luis Figueroa se convirtió ayer en el segundo almirante que sale por la puerta de atrás de la Secretaría de Seguridad Pública federal. El primero fue Wilfrido Robledo Madrid, comisionado de la Policía Federal Preventiva (1998-2001), quien tuvo que renunciar al ser involucrado en la adquisición presuntamente ilícita de 14 helicópteros y aviones para la dependencia.

En tanto, el secretario de Seguridad Pública federal, Ramón Martín Huerta, confirmó por medio de su vocero la separación del cargo de otros ocho elementos de la PFP; cuatro de ellos que habían sido removidos días después del linchamiento en Tláhuac y los otros de reciente separación.

Horas después de que el presidente Vicente Fox anunciara la separación del comisionado de la PFP, la dependencia que encabeza Martín Huerta dejó en claro el nivel de responsabilidad que le atribuye a Figueroa en los hechos en que murieron dos policías preventivos:

"La Secretaría de Seguridad Pública federal señala que la falta de intervención oportuna de la policía del Distrito Federal, y por ende el retraso de la participación de la PFP en el rescate de los policías involucrados, fue el factor que mayor incidencia tuvo en los hechos del 23 de noviembre."

El vocero de la dependencia federal, Claudio García Flores, leyó un comunicado en el que afirmó que después de "investigaciones internas" derivadas de los lamentables hechos de San Juan Ixtayopan, se decidió separar del cargo a ocho elementos por su presunta responsabilidad, "directa o indirecta", en los hechos.

Añadió que se remitieron dichas indagaciones a la Secretaría de la Función Pública para iniciar el procedimiento correspondiente y se finquen las sanciones a que haya lugar.

El funcionario no hizo mención de que la destitución de los cuatro mandos operativos ocurrió desde el 26 de noviembre pasado y apenas ayer se confirmó de manera oficial.

Según el comunicado, los elementos separados de sus cargos -que se conocían extraoficialmente días atrás- son: inspector general José Luis Palacios Razo, "en virtud de que ordenó el inicio de una investigación y se presume que no supervisó, como es su deber, la misma".

Inspector Jorge Guzmán Meyer, "toda vez que, entre otras cosas, se presume que alteró información, así como consintió que se enviara a los elementos policiacos sin darles la mínima explicación de lo que se trataba la reunión".

Inspector Baltasar Gutiérrez Yáñez (en el comunicado no se menciona que se trata del coordinador general de Inteligencia contra el Terrorismo), "debido a que, se presume, falseó la información".

Subinspector Manuel Angel García Lugo, "toda vez que no proporcionó información a los policías agredidos y no solicitó el apoyo de refuerzos".

Los otros funcionarios que fueron separados de su cargo son: subinspector Ignacio Alfredo Corrales Villarreal, "ya que se presume que falseó información, no proporcionó información a los policías agredidos y no solicitó el apoyo de refuerzos". Así como los suboficiales Jesús Berman Pulido, Edgar Olidón Lagunas Castañeda y Lorena Amanda Valencia Portillo, "en virtud de que no manifestaron que el día 11 de noviembre habían tenido problemas con pobladores de la entidad".

Por otra parte, el almirante José Luis Figueroa había asumido el cargo el pasado 7 octubre con la promesa de avanzar hacia la "desmilitarización" de la Policía Federal Preventiva. No alcanzó a cumplir dos meses en su cargo de comisionado y fue removido ayer por orden presidencial.

Al igual que Robledo Madrid, el almirante López Figueroa provenía del Cisen, donde centró su actividad en labores de inteligencia y seguridad nacional.

Ambos marinos pasaron de labores de análisis al mando de los más de 5 mil elementos de la Policía Federal Preventiva, pero sin alcanzar el éxito esperado.