México D.F. Martes 30 de noviembre de 2004
Comparece el ex gobernante ante la comisión
parlamentaria que investiga el caso
Aznar insiste en vincular a ETA con los atentados del
11-M
Niega que su apoyo a la invasión a Irak haya
influido en la matanza; "todos los terrorismos están conectados",
sostiene El ex gobernante se siente víctima de una conjura universal:
PSOE
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid,
29 de noviembre. El ex presidente del gobierno español, el conservador
José María Aznar, reiteró hoy el argumento de que
"nada" tuvieron que ver los atentados del 11 de marzo pasado (11-M)
y su decisión de apoyar la invasión estadunidense a Irak
en marzo de 2003, y subrayó su convicción de que existen
"relaciones entre terroristas islámicos y no islámicos",
en alusión a la hipótesis no confirmada por la policía
de España de que los ataques a la red ferroviaria en Madrid fueron
hechos por la organización independentista vasca Euzkadi Ta Askatasuna
(ETA).
A las puertas del Congreso de los Diputados, familiares
de las víctimas del ataque que dejó 191 muertos y mil 900
heridos, exigieron que Aznar asuma su responsabilidad en el 11-M. Con
las manos pintadas de rojo, portaban pancartas en las que leía:
"Aznar responsable", y "Transparencia 11-M". A unos cien metros,
un centenar de simpatizantes del ex gobernante le manifestaron su respaldo
bajo la consigna: "Aznar, siempre serás mi presidente".
Al comparecer ante la comisión parlamentaria que
investiga los hechos relacionados con el 11-M, Aznar acusó
a los legisladores que lo cuestionaron de no decir "la verdad" y de realizar
una "grave manipulación".
Aznar compareció durante 11 horas ante los legisladores
y también sostuvo que "mienten" con "contumacia" los partidos contrarios
a su instituto político, el Popular (PP), y algunos medios de información
que -según él- habrían utilizado los atentados para
diseñar y llevar a cabo una estrategia cuya "única finalidad"
era provocar "un vuelco electoral" en los comicios del 14 de marzo pasado,
de los cuales salió derrotado.
La
llamada Comisión del 11-M vivió hoy una de las jornadas
más esperadas desde que inició sus trabajos en mayo pasado.
La comparecencia de Aznar suscitó algunas reticencias iniciales
por parte del PP y del gobernante Partido Socialista Obrero Español
(PSOE), los cuales finalmente cedieron a las presiones del resto de las
fuerzas parlamentarias, que siempre insistieron en lo "vital" y "necesario"
de la presencia de Aznar en la comisión.
Con la excepción del representante del PP, los
parlamentarios criticaron con dureza la política informativa de
Aznar en aquellos días, basada en la versión de que ETA era
la vía principal de investigación y no las organizaciones
islámicas.
"Todos los terrorismos son lo mismo y están conectados",
afirmó Aznar, para tratar de amarrar la relación entre ETA
y las organizaciones armadas islámicas.
El ex gobernante también reiteró que su
gobierno respondió correctamente ante la crisis. "Nunca he reclamado
el don de la perfección ni el de la infabilidad. Pero no tengo reserva
alguna al afirmar que cumplimos con nuestras obligaciones y asumimos las
responsabilidades ante las que nos situaba aquel momento.
"Y lo afirmo no por arrogancia ni por una autocomplacencia
que estaría fuera de lugar ante una matanza como la que sufrimos.
Sino por el convencimiento profundo y la tranquilidad de conciencia de
haber actuado en el mejor interés de los españoles".
De
acuerdo con la versión del ex mandatario, los ataques a su respuesta
al 11-M se debieron a una trama política que tuvo el objetivo
de desalojar al PP del poder, en la que se supone la participación
del PSOE, Izquierda Unida, los partidos nacionalistas vascos y catalanes,
así como la Cadena Ser, una emisora de radio cercana a los socialistas.
"Ni he puesto ni pongo en cuestión los resultados
electorales, ni la legitimidad del gobierno ni nada de lo que habitualmente
se me acusa de poner en cuestión.
"Simplemente dije y sostengo que partidos de la oposición
y medios de comunicación conocidos por su delirante obsesión
contra el gobierno del PP mintieron, fabricaron una gran mentira en torno
a la gestión del gobierno, jugaron a desestabilizar y tuvieron su
papel en una jornada de reflexión utilizada para alentar el acoso
organizado contra un partido democrático.
"El gobierno tuvo que afrontar un monumental empuje manipulador
de los que vieron en esos momento la gran oportunidad que hacía
tiempo habían dado por perdida", sostuvo.
Aznar justificó nuevamente su empeño en
atribuir los atentados a ETA a los "informes de los cuerpos y fuerzas de
seguridad del Estado" que le remitieron durante la jornada.
Tras
reiterar que su conciencia está "tranquila", Aznar instó
al gobierno y a la Comisión del 11-M a que conozca "la verdad
sobre las relaciones entre terroristas islámicos y no islámicos,
una relación hasta hace poco descartada por inverosímil y
ahora demostrada como un hecho incontestable".
Afirmó que "ha llegado el momento de volver a estar
con los aliados que debemos estar manteniendo la lucha antiterrorista".
A pesar de la expectativa, en medios políticos
la comparecencia causó decepción. El vocero del PSOE, José
Blanco, señaló que Aznar se presentó "como víctima
de una conjura universal que incluye terroristas, a los demás partidos
políticos, a periodistas y a todos los ciudadanos que no votaron
al PP".
El líder de IU, Gaspar Llamazares, acusó
a Aznar de "mentir" y de negarse a asumir los fallos "evidentes" de su
gobierno durante la gestión de la crisis y del periodo previo a
los atentados.
Los parlamentarios nacionalistas catalanes y vascos también
criticaron la comparecencia de Aznar, al sostener que se negó a
asumir su responsabilidad y que en ningún caso aportó a la
Comisión información novedosa y relevante sobre la matanza.
La madre de uno de los fallecidos en los atentados, Carmen
Aguado, comentó al final de la presentación del ex mandatario
que "el espectáculo dado por Aznar es vergonzoso; pedimos justicia
y respeto. Queremos conocer la verdad y que aquél que estaba al
frente del gobierno sea puesto frente a sus responsabilidades".
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