México D.F. Jueves 25 de noviembre de 2004
Indignación por los linchamientos
Señora directora: ¿Qué está
pasando con nosotros? Estamos siendo testigos de la insensibilización
ante hechos violentos, no sólo en nuestra ciudad o país,
en todo el mundo.
No
es justificable, y sobre todo es inhumano, lo que sucedió el martes
en Tláhuac. Es reprobable e irresponsable responsabilizar sólo
a las autoridades por la incapacidad de ayudar a los hoy occisos, también
la actitud pasiva de los medios de información, pues quizá
no participaron activamente en el suceso, por miedo o incluso también
por la sicosis colectiva. ¿Por qué, si estamos viendo imágenes
tomadas desde helicóptero o en primer plano, entrevistando a los
implicados, no tuvieron la responsabilidad moral-civil de ayudarlos? No
cabe la excusa del gentío irascible e irracional circundante en
esos momentos. No sé, quizá sea injusta, el miedo paraliza,
pero no para llevarse la primicia, ¿cierto? ¿O también
estaban de acuerdo con el linchamiento?
Todos se quejan de que la autoridad no utilizó
los helicópteros para rescatarlos, pero, ¿y los helicópteros
de las empresas televissivas, no podían hacer un esfuerzo combinado
con los responsables de la seguridad en la delegación? Hubiera sido
loable, y no sólo estar lamentándose y horrorizándose
por la incapacidad de las autoridades. Creo que es una incapacidad de toda
nuestra sociedad.
Yo también he sido víctima del delito en
mi economía y en mi persona, y desconfío de las instituciones
por la incapacidad que han mostrado para hacer cumplir la ley, pero no
llego al grado de planear o cometer un homicidio por "justicia". Bien dijo
un reportero en Monitor: "... 200-300 personas contra tres..." Yo los incluyo
en ese grupo, porque estaban ahí "imparciales, pacíficos,
cumpliendo con su deber de informar". Como ser humano me indigno ante tal
expresión violenta e injustificada de otros homo ¿sapiens
sapiens? Me pregunto si todavía es válido decir que el
hombre es un ser social, pues en todo el mundo se revela lo antisocial.
¿O es esa, la sociedad asesina, la verdadera sociedad humana? Reflexionemos.
Apliquen la ley a los responsables, o se estará
autorizando a actuar de esa manera ante un delito real o imaginario. Gracias.
Dafne Odemaris Moreno Peña
Fuenteovejuna sorda y ciega
Señora directora: El peligro de sabernos
viviendo en un estado carente de derecho nos ha llevado a "tomar justicia
por nuestra propia mano" una y otra vez. Debemos tener cuidado debido a
que nos arriesgamos a la posibilidad que Fuenteovejuna sufra de
sordera y ceguera legal.
Es muy triste aceptar que en nuestro país haya
microcosmos que reflejen actos tan indignantes y abominables como los que
nuestro país vecino practica ahora en Irak, por tan sólo
mencionar un ejemplo.
Nadie respeta las reglas porque nadie las hace valer (es
inadmisible un "más vale tarde que nunca"). Después de todo,
lo que pasó este martes en Tláhuac es una prueba más
de que el hombre civilizado es un ser utópico.
Sara Vega
Discriminación laboral por ser mujer
Señora directora: En el Día Internacional
de no Violencia contra la Mujer quisiera dar testimonio de los atropellos
que se cometen contra nosotras y, paradójicamente, infligidos por
otras mujeres. Tal es la situación que padezco desde hace varias
semanas solamente porque ¡estoy embarazada!
Tengo nueve años laborando en el Fondo Nacional
para el Fomento de las Artesanías (Fonart), dependencia adscrita
a la Secretaría de Desarrollo Social. Soy la jefa del Departamento
de Comunicación Social y desde hace varias semanas Rosa María
Rojas Nazaret, directora general, me ha relevado del puesto, imponiendo
de facto a Jesús Gómez Grobet, familiar de la directora
de Administración y Finanzas, Verónica Villela Grobet, propiciando
y avalando la práctica del nepotismo y por supuesto con la complicidad
de la jefa del Departamento de Recursos Humanos, Angeles Aquino.
Ya interpuse una queja ante la Secretaría de la
Función Pública, por abuso de autoridad de Rosa María
Rojas Nazaret, por lo que espero absoluta pulcritud e imparcialidad en
el manejo de este increíble atropello por parte del titular del
órgano interno de control en Fonart, Leopoldo Riva Palacio Martínez.
Asimismo, quiero agradecer la intervención de Josefina
Vázquez Mota, secretaria de Desarrollo Social, a quien ya he enterado
de mi situación, y he contado con la buena disposición del
área de Recursos Humanos de la secretaría, en especial de
Edgar Ibarra, para dar solución a este problema. Sin embargo, el
18 de noviembre, cuando se iba a realizar una reunión en la que
ofrecerían su testimonio de los hechos mis tres asistentes, quienes
también se han visto afectados con esta situación, puesto
que los han obligado a obedecer a Jesús Gómez Grobet, Rosa
María Rojas les impidió la salida de las oficinas de Fonart,
en Reforma 333.
Permítame solicitar su apoyo para poder ofrecerle
testimonios y documentos que sustenten mis dicho,å y poder, en breve,
darle la buena noticia de que la Secretaría de la Función
Pública sí cumple con la importante labor para la cual fue
creada.
Atentamente
Elizabeth Pérez Armendáriz, Comunicación
Social de Fonart
El
Correo Ilustrado
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