México D.F. Miércoles 24 de noviembre de 2004
Exige la destitución del canciller Moratinos
por lo dicho sobre el apoyo al golpe en Venezuela
Recrimina el PP declaraciones de Chávez sobre
el gobierno de Aznar
Rodríguez Zapatero acuerda fortalecer la relación
diplomática con el país sudamericano
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 23 de noviembre. La visita del presidente
de Venezuela, Hugo Chávez Frías, provocó hoy una polémica
entre el gobierno español del socialista José Luis Rodríguez
Zapatero y el opositor y conservador Partido Popular (PP), tras acusaciones
del visitante de que el gobierno de José María Aznar apoyó
el fallido golpe en su contra de abril de 2002.
Mientras
Chávez y Rodríguez Zapatero intentaron enderezar las relaciones
bilaterales entre Venezuela y España, afectadas por la política
exterior del anterior gobierno, la tercera jornada con que culminó
la visita estuvo marcada por un debate sobre la postura de Madrid durante
el fallido golpe de Estado en el país sudamericano.
El canciller español, Miguel Angel Moratinos, acusó
directamente a la administración de Aznar de haber apoyado el golpe
de Estado contra Chávez. "En el anterior gobierno, cosa inédita
en la diplomacia española, el embajador español recibió
instrucciones de apoyar el golpe, cosa que no se va a repetir en el futuro
porque nosotros respetamos la voluntad popular", declaró a la televisión.
Lo anterior fue rechazada por los dirigentes del PP, con
su presidente Mariano Rajoy a la cabeza.
Pero antes, el propio Chávez insistió en
que "fue cierto al apoyo de Aznar al intento golpista", y añadió
que "desde el punto de vista de Venezuela, no tengo dudas de que fue cierto",
una vez que durante la intentona el embajador español, de la mano
de su par estadunidense, se entrevistó con los instigadores del
golpe.
Rodríguez Zapatero y Chávez pusieron fin
a la polémica al frenar cualquier pregunta al respecto de la prensa.
Pero el gobernante español anunció que Moratinos explicará
con todo detalle los fundamentos de su afirmación en una sesión
ordinaria del Parlamento.
El dirigente de la coalición Izquierda Unida, Gaspar
Llamazares, transmitió por su parte "la solidaridad de España
con Venezuela", ante la actitud deplorable del anterior gobierno español.
El líder del PP, Mariano Rajoy, compareció
ante los medios para leer una "declaración institucional", en la
que no admitió preguntas de los periodistas. El sucesor de Aznar
y entonces vicepresidente primero del gobierno exigió la destitución
de Moratinos, pero que antes le obligue a rectificar sus aseveraciones.
Recriminó a Chávez "sus apoyos a regímenes
dictatoriales", al tiempo que exigió que "cese en sus gravísimas
acusaciones antes de abandonar nuestro país y que, por ejemplo,
dé explicaciones sobre la presencia de terroristas de ETA en Venezuela".
En todo caso, Chávez y Rodríguez Zapatero
acordaron fortalecer las vías de diálogo diplomático
y así motivar las inversiones españolas en Venezuela.
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