México D.F. Martes 16 de noviembre de 2004
Analizar su propuesta con cautela, pide Arnaldo
Otegi
Inaceptable, el discurso de Batasuna: gobierno español
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 15 de noviembre. El gobierno español
encabezado por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero
rechazó hoy el llamado de la proscrita coalición vasca Batasuna,
afirmó que la formación abertzale (nacionalista) no
condenó la violencia ni dijo nada "que merezca ser escuchado" en
su acto del domingo en Donostia (San Sebastián).
En ese acto, al cual asistieron 15 mil personas, en el
que Batasuna (a la que Madrid acusa de ser brazo político de ETA)
presentó un nuevo documento en el que propone un "diálogo
político" y una consulta popular para superar el conflicto vasco,
"no escuchamos una condena clara y rotunda contra la violencia, ni una
descalificación y renuncia definitiva a continuar ejerciendo una
amenaza intimidatoria sobre la libertad de los ciudadanos", señaló
el ministro de Justicia español, Juan Fernando López Aguilar.
El domingo "asistimos a la redición de un discurso
inaceptable que intenta prestar algún tipo de legitimación
o justificación política a lo injustificable, a la violencia,
a lo que se alude una y otra vez como conflicto armado", señaló.
López Aguilar defendió la política
vigente en materia antiterrorista, además de expresar que el Ejecutivo
"no quiere una sola palabra con ETA ni con nada que se mueva en su entorno".
Manifestó
su "discrepancia más absoluta" con la propuesta presentada la semana
pasada por destacados dirigentes socialistas vascos, entre ellos el alcalde
de Donostia, Odon Elorza, en la que se insta al gobierno español
a actuar con "valentía" y "revisar" la proscripción de Batasuna
y la política penitenciaria respecto de los presos etarras.
Mientras que los principales dirigentes de Batasuna instaron
a sus potenciales interlocutores en la mesa de negociación a que
analicen "con detenimiento" y "cautela" su propuesta de paz; los niveles
más conservadores y españolistas de Madrid y del País
Vasco calificaron de "indignante" y de "atropello al estado de derecho"
el hecho que Batasuna haya celebrado un mitin que debió haber sido
impedido por las fuerzas de seguridad del Estado.
Una de las reacciones más críticas fue la
del presidente del Tribunal Supremo (TS) español, Francisco José
Hernando, nombrado por el anterior gobierno del derechista José
María Aznar. A pesar que su cargo público le obliga, entre
otras cosas, a no inmiscuirse en cuestiones políticas, Hernando
instó a la Fiscalía General del Estado (FGE) y al conjunto
del poder parlamentario español a que "actúen" cuanto antes
para evitar que Batasuna "incumpla la sentencia de ilegalización".
El presidente del TS llegó incluso a presionar
a la FGE para que abriera una investigación contra los responsables
del acto político, al sostener que Batasuna tiene en su contra una
"sentencia de ilegalización" que le impide "realizar cualquier actividad
pública", en referencia al dictamen de marzo de 2003 que autorizó
la proscripción de la coalición abertzale bajo el
amparo de la nueva Ley Orgánica de Partidos Políticos, creada
por el anterior gobierno.
La petición de Hernando fue atendida casi de forma
inmediata a través de la fiscalía del Estado en San Sebastián,
que solicitó la apertura de "diligencias informativas" para investigar
si el acto político podría ser calificado como un "delito
de apología del terrorismo", una vez que en dicho mitin se habrían
gritado consignas en favor de ETA y de la lucha armada.
El coordinador del Consejo Territorial del Partido Socialista
Obrero Español (PSOE), Patxi López, consideró que
la propuesta política de Batasuna supone "un paso", aunque matizó
que "no es el que estábamos esperando", refirió el diario
vasco Gara.
La cúpula del Partido Nacionalista Vasco (PNV,
en el poder autonómico) manifestó, que a pesar de que la
propuesta parte de "un balance irreal" sobre el "desarrollo de nuestro
pueblo", "valoramos en sus justos términos la voluntad expresada
por Batasuna de llevar a cabo su acción a través de las vías
políticas y democráticas".
Mientras, el vocero del conservador Partido Popular (PP),
Eduardo Zaplana, reconoció su "sorpresa" ante el hecho que "una
formación ilegal, que no podría celebrar ningún acto
político en un país democrático, lo celebre aquí".
La vocera de Eusko Alkartasuna (EA), Onintza Lasa, destacó
las "cosas positivas" de la propuesta de Batasuna, pero recriminó
a la coalición la ausencia de "un posición clara y firme
contra la violencia". Mikel Arana, de Izquierda Unida-Ezker Batua (IU-EA),
advirtió que es "imprescindible" el cese de la violencia por parte
de ETA para que la mesa de diálogo "tenga coherencia y credibilidad".
A todas estas críticas respondió el vocero
y parlamentario de Batasuna, Arnaldo Otegi, quien pidió "cautela"
para analizar en profundidad su propuesta de paz, al insistir en que estamos
ante "una buena oportunidad para superar el conflicto", que "ETA sabrá
escuchar".
La mayoría de los diarios vascos y españoles
manifestaron su opinión sobre la propuesta lanzada por Batasuna.
El Mundo señaló que la "propuesta no aporta nada nuevo
ni abre la más mínima esperanza de que la izquierda abertzale
deje de apoyar a ETA".
El diario vasco Deia indicó que "efectivamente
Batasuna no exigió explícitamente a ETA que abandone las
armas, ni condenó su violencia. No lo hizo ayer y no lo hará
nunca por razones que no es necesario explicar".
Por último, el rotativo abertzale Gara afirmó
que "Euskal Herria se encuentra ante una oportunidad histórica para
encauzar el conflicto con los estados por caminos democráticos".
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