México D.F. Lunes 15 de noviembre de 2004
José Cueli
De la torería del malagueño
šQué salero tiene el torero malagueño Salvador Vega, que ayer confirmó su alternativa en la Plaza México! Tejía y destejía las verónicas rematadas con medias de antología. Cortaba el aire en el juego de mariposas amarillas y rojas. Se teñía de oro y grana de su principesco terno de luces el ruedo capitalino e iba derramando la sal del mar mediterráneo al mecer a los bravos toros de Xajay con los pliegues de su capotillo.
Lances clásicos a la verónica de buenas a primeras extraño, en que la divergencia del torero con el toreo que hoy se estila se transformaba en rupturas ruidosas cargadas de olés. El torero al ser interpelado por el toro lo enfrentaba con el juego del capote -para templar y mandar-, en el que se perdía al cargar la suerte. Sutilmente por medio de un toreo original se veía obligado a mirarse a sí mismo. Transformando el conformismo que nos ahoga con los pegapases a una manera inédita de belleza.
Intuitivo de las distancias en la justa medida, ni muy cerca ni muy lejos, sorteaba las embestidas de los toros de Xajay, nobles pero ásperas. Llegó un momento en que era tal lo ajustado de los pases que el bovino se lo echó a los lomos y jugueteó con él. Volvió al toro y se lo volvió a pasar en pases naturales de antología. Toreo de frente, en que dejaba llegar al toro que venía toreado, templarlo y cargarle la suerte, šy cómo la cargaba!
El capote de Salvador fue aire en el aire que se trajo desde su natal Málaga, encerrado en el esportón de los estoques, de donde sacó la espada de las estocadas por todo lo alto. Torero de raza con colores de cielo y sol y sal compuestos. ƑQuién llegó con tanto ruido hasta la plaza México? Media España representada por el torero malagueño y media América representada por el toro Malagueño, que así se llamó uno de los bravos toros de Xajay que le tocaron en surte y la maestría de César Rincón, quien fue el primero en el escalafón taurino y ayer dio muestras de ella en una labor sobrada de conocimiento de los toros, relajación y dominio del escenario. šQué salero el del malagueño!
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